Enrique Peña Nieto habló de desestabilizadores y Jesús Murillo Karam, con la ayuda de Miguel Mancera se los fabricó.
Propongo una lista inicial de tareas en las que podemos ayudar. No importa si estás lejos o si tus actividades te impiden marchar o asistir a reuniones. Aquí encontrarás algo concreto que aportar a libertad de ellos, que es la tuya,
1. Los 11 presos políticos son nuestra responsabilidad.
Debemos cargar entre todas y todos la carga de los 11 jóvenes presos y la de sus familias. Estemos atentos para apoyar la defensa legal, el acompañamiento de organizaciones, visitas a los penales. Cualquier capacidad con la que contemos debe ser puesta a su disposición en las formas y los medios que las familias nos lo indiquen. Por supuesto incluyendo dinero.
Diseño, video, texto, arte, sonido, música, leyes, infografías, obras de teatro, foto, análisis político, solo pregúntate Un ejemplo es el Comité Cerezo que les envío a las familias de las personas detenidas una guía para las visitas en los penales. ¿Qué sé hacer? bueno, eso para lo que eres bueno ponlo a disposición..
2. Demostremos con evidencia su inocencia.
Ya tenemos la información de cómo y dónde los detuvieron. Son inocentes. Reunamos fotos, videos, testimonios, análisis y cualquier otra documentación que pruebe la burda fabricación de la PGR. Primero para lo legal y segundo para su difusión. Aquí hay un lugar donde enviar materiales20NovMx@gmail.com. Vean este ejemplo. Juntemos todo.
3. Quiénes son nuestros presos políticos.
Si el Estado y su maquinaria dicen que son terroristas y violentos. Contemos al mundo quien en realidad son Luis Carlos Pichardo Moreno, Francisco García Martínez, Tania Ivonne Damián Rijas, Juan Daniel López Ávila, Hulary Analy González Olguin, Atzín Andrade González, Roberto César Gasso del Ángel, Laurence Maxwell (chileno), Lilia Graduño Ortega, Issac Domínguez Ayala y Hugo Bautista Hernández.
Contemos al mundo su historia, sus deseos sus aspiraciones. En el caso deAtzin tenemos un ejemplo inicial.
4. Traduzcamos a todos los idiomas. Convoquemos a la solidaridad internacional.
Debemos permanentemente traducir toda la información que se genere. a todos los idiomas. Busquemos activistas, medios e instituciones en otros países que no apoyen. Pidamos que se realicen actos de solidaridad, desde los más simbólicos hasta pedir que sus gobiernos tomen medidas contra Peña Nieto. Acá un ejemplo.
5. Permanezcamos movilizados.
El gobierno busca que ya no exista protestas. No porque ya encontró a nuestros normalistas o porque imparte justicia debida. Lo hace mediante el miedo y nuestros 11 son el mensaje. Si seguimos exigiendo el regreso de nuestros 43 normalistas ellos no lograran su cometido y pronto lograremos tener a nuestros 11 jóvenes en la calle junto a nosotros. Empecemos por nuestras casas y nuestras fachadas. Acá otro ejemplo.
Pienso en estás 5 ideas como algo concreto donde empezar. Seguro tú tienes ideas muy buenas, ponlas a circular.
.
Comentario final.
Tengamos claridad de la estrategia de Peña Nieto. Le urgía cambiar el reflector que apuntaba hacia su responsabilidad. Es la vieja estrategia bíblica de señalar la paja en el ojo indignado y no la viga que llena sus manos de sangre. Se imponía para su visión autoritaria construir un curso discursivo y de acción que alejara la violencia criminal de los operadores del Estado, y colocarla en la sociedad. Esto busca infundir miedo y darnos un mensaje a millones que exigimos justicia para Ayotzinapa y para todas las personas desaparecidas.
Cuenta con ello con la maquinaria mediática convencional que agradecida con la #LeyTelecom, repetirá una y otra vez las escenas de los incendiarios que como sabemos no están detenidos quienes probablemente descansan en los cuarteles.
11 jóvenes indignados son el duro mensaje de Peña Nieto para todos nosotros. Los confina y coloca al mismo nivel que el despreciable ejecutor de masacres José Luis Abarca.De nosotros depende que esa carga no hunda su existencia en la más profunda cloaca que la irracional política de la guerra y el odio crearon. Los penales de máxima seguridad.
El problema de Peña Nieto es que aún si nos mete a todos a la cárcel tendrá que decirnos ¿Dónde están nuestros 43 normalistas?
Todos los días tenemos que recordarles que fue el Estado, que vivos les llevaron y vivos les queremos y finalmente, libertad para nuestros 11 presos políticos.
