♥ ¡Muy buenas tardes, en la historia de la Humanidad siempre se ha tildado de locos a los genios, a los científicos, de las ciencias naturales y de las sociales, a los revolucionarios, a los innovadores y a todos aquellos que se «atreven» a destruir paradigmas; de la gran mayoría de ellos, poco o nada sabemos. De otros, muy pocos, algo sabemos; su grandeza salvó todos los obstáculos que el status quo, el orden establecido, les ha puesto siempre en su camino y hoy…continúan vigentes.! ♥
♥ ¡La narración es de la gran escritora Argentina Mora Torres; magistralmente escrita y editada con enlaces muy interesantes sobre temas relacionados. Espero que disfruten de su lectura y que de ella, como fue en mi caso, les dejen algunas lecciones de vida, un enorme abrazo con mucho cariño! ♥
¡Muy buenas noches queridas y bellas Amigas, estimados Amigos, que tengan un feliz Viernes¡ ♥
♥ ¡¡En el fondo de la bolsa de la historia están las cenizas de quienes, además de locos, fueron genios, y de los cuales nunca sabremos nada.!! ♥
♥ ¡¡Éste es el tema de hoy, y en primer lugar hemos seleccionado un trabajo que nos llamó la atención antes de leerlo por su enfático comentario al pie, firmado por “Rodoloza” y que afirma: “Sin desperdicios. Amplitud en la justa medida, precisión en los conceptos, claridad para el entendimiento de cualquiera, ordenamiento adecuado”.!! ♥
♥ ¡La salud de los enfermos! ♥
Publicado el 21 de Mayo de 2015 por Mora Torres
♥ ¡La salud de los enfermos! ♥
Publicado el 21 de Mayo de 2015 por Mora Torres
Hace un tiempo largo escribí la siguiente nota para ustedes:
Como le hemos tomado prestado el título de nuestra nota a una narración de Julio Cortázar, lo primero que recomendamos –para resarcirnos y porque nos resultó interesante- es el trabajo “Cuentos de Bestiario”, de la argentina Vanesa Belotti, quien nos presenta a los personajes de este autor, ciertamente con su inefable dosis de locura. Y la locura es el tema que pretendemos presentar hoy.
La enfermedad que llamamos locura ha impresionado a eminentes ciudadanos y aldeanos humildes. Los ha impresionado bien o mal: hay “locos” que han devenido en dioses del Olimpo y “locos” que han sido condenados a terribles tormentos sólo por ver el mundo de otro modo.
En el fondo de la bolsa de la historia están las cenizas de quienes, además de locos, fueron genios, y de los cuales nunca sabremos nada.
Por supuesto que fueron rescatados algunos de ellos: Van Gogh; Holderlin; Caravaggio; “el divino castrato” Farinelli, cuya voz alcanzaba el oído de los ángeles, y hasta Juana la Loca y algunos otros de épocas más actuales, como el escritor y artista plástico español Santiago Rusiñol, “el pintor de los jardines de España”. Pero no muchos más.
Sin embargo, la cultura y el arte han sido construidas, o al menos modificadas, por la visión de estos “enfermos ejemplares”.
Éste es el tema de hoy, y en primer lugar hemos seleccionado un trabajo que nos llamó la atención antes de leerlo por su enfático comentario al pie, firmado por “Rodoloza” y que afirma: “Sin desperdicios. Amplitud en la justa medida, precisión en los conceptos, claridad para el entendimiento de cualquiera, ordenamiento adecuado”.
El ensayo al cual pertenece el sobrio elogio es “Los trastornos del estado de ánimo”, que nos envía el Dr. Jean-Claude Dijon Vasseur desde México. Está más bien dirigido a profesionales de la psiquiatría y la psicología que puedan diagnosticar y/o diseñar un tratamiento, más que rescatar de la historia a una personalidad que parece sombría y es extraordinaria.
Pero, como creemos que sugiere nuestro lector-comentarista (“claridad para el entendimiento de cualquiera”), es quizá conveniente que la leamos también nosotros, legos en la materia, ya que en algo ayudará a nuestro entendimiento.
Luego, ya situados en lo que conocemos un poco más, recomendamos el análisis literario del libro Elogio de la locura, de Erasmo de Rótterdam, llamado “Moriae Encomium. La burla al dogma de poder”, de María del Carmen Saldarriaga Muñoz, de Colombia. Y el capítulo 4, llamado “Biografía de Desiderio Erasmo de Rótterdam”, del trabajo “Humanismo”, de Eduardo L. Haiek.
Para terminar queremos recordar unas palabras del escritor italiano Giovanni Papini en Espía del mundo, en el apartado “Cordura de la demencia”:
“En ciertos casos –raros, aunque no mucho- la mayor cordura consiste en seguir la inspiración y el impulso de lo que corrientemente se llama locura. Si tomamos en cuenta las diferentes acepciones de esta mal afamada y calumniada palabra, podría avanzar un poco más todavía y afirmar que las cosas más admiradas del esplendor vital no son sino chispazos de demencia. La pasión amorosa es pura insensatez para los frígidos y para los eunucos. La osadía, tanto física como espiritual, es para los mediocres, que son mayoría, nada más que desvarío. El entusiasmo, y muy especialmente el entusiasmo poético, parece acceso de furor o delirio a quienes viven según ordinaria administración. (…) Cuando un hombre recobra la salud hasta el punto de no caer nunca en ninguna de tales crisis de demencia, puede renunciar a la vida, porque la vida humana sin el amor, la osadía, el arte… no es más que una partida contable y fisiológica que no vale la pena registrar y mucho menos prolongar”.