a través de Cómo alimentar a una musa y conservarla, por Ray Bradbury. ¡LECCIONES PARA POETIZAS Y POETAS!!
En la mitología griega, las musas (en griego antiguo μοῦσαι «mousai») eran, según los escritores más antiguos, las divinidades inspiradoras de la música y el arte, que presidían los diferentes tipos de poesía. Cada una de ellas estaba relacionada con ramas artísticas y del conocimiento. En la época más arcaica eran las ninfas inspiradoras de las fuentes, en las cuales eran adoradas. Finalmente, alrededor de los siglos VIII-VII a. C.1 prevaleció en todo el territorio de la Hélade la adoración de las nueve Musas, siendo entonces Calíope, Clío, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía, Terpsícore y Urania, hijas de Zeus y compañeras de Apolo, dios de la música y patrón de las bellas artes. El culto a las musas era originalmente de Tracia y Beocia, y fueron de vital importancia para el desarrollo artístico en la antigua Grecia. Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Musa
No es fácil. Nadie lo ha hecho nunca de un modo sistemático. Los que más se esfuerzan acaban ahuyentándola al bosque. Los que le vuelven la espalda y se pasean despreocupados, silbando bajito entre dientes, la oyen andar tras ellos con cautela, atraída por un desdén cuidadosamente adquirido…