Crónica sobre la presentación de Derribar los Muros. “La gran frustración de la gente está trayendo el ascenso de los fascismos” — El Periscopio

Rosa María Artal y parte del resto de los autores del libro ‘Derribar los muros’ más INFO ‘Derribar los muros’: el libro coordinado por Rosa María Artal se presenta en Madrid, Barcelona y Zaragoza El día que cambió la historia y los otros días que también lo hicieron La periodista Rosa María Artal estaba en […]

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Había más libertad en los años 80, en España y en el mundo, que ahora. Si aceptamos recortes de derechos y libertados, creamos el terreno para los fascismos 2.0, que vienen a decir lo mismo que los de años 30”, ha reflexionado Javier Valenzuela, que en esos años era corresponsal de El País en Oriente Próximo. Para el autor, lo que triunfó en 1989 fueron “el capitalismo salvaje y el neoliberalismo”. “Hoy tenemos un mundo en el que si eres pobre es por tu culpa”, ha destacado y señalado: “Somos pocos divididos, ellos son muchos y unidos. Tenemos que ser listos y empezar a tejer nuestras redes de resistencia”.

El periodista Pedro de Alzaga ha recordado en su intervención que en aquellos años comenzaba a existir la web, “la herramienta más poderosa, un monstruo maravilloso”. “Los medios estaban bastante bien. Pero justo en ese noviembre del 89 había un ingeniero informático en un laboratorio de suiza que estaba creando la web. Nacía esa plataforma y empezaban a producirse una serie de cambios que nos han traídos hasta aquí”, ha explicado de Alzaga.

“En 1989 había 15 muros”, ha apuntado la abogada y editora Lourdes Lucía. “Ahora hay 70”, ha incidido. “El peor muro es el muro de la xenofobia, del igual, del que viene afuera y crees que te puede quitar el puesto de trabajo”, ha explicado. “Creo que la esperanza puede vencer al medio. Esto es una muestra de que algo está cambiando”, ha dicho y señalado al panel, compuesto en su mayoría por mujeres.

“La conquista de derechos que hemos tenido las mujeres en estas tres décadas no se hubiera podido producir sin la lucha de las mujeres que vinieron de todas las partes del mundo”, ha destacado la abogada Violeta Assiego. “De todas las mujeres: pobres, académicas, transexuales, bolleras”, ha precisado. La autora, sin embargo, ha advertido: “El debate sobre nuestros cuerpos y decisiones, con quien queremos tener hijos, si los queremos tener, sigue levantando muros. Es una de las armas usadas por las derechas y fundamentalismos ideológicos y religiosos para dividirnos”. Assiego ha expuesto un desafío para el presente: “Hay que pasar del feminismo a los feminismos. Tenemos que tener en cuenta que la consecución es muy desigual”.

Es uno de los “puentes” que se han tendido más allá de los muros, según ha señalado Artal. Otro tiene que ver con la “conciencia” ante la emergencia climática. Carmen Madorra, que nació después de la caída del muro de Berlín, ha puesto el foco allí. “Sería miope no preguntarse qué ha pasado en estos 30 años para que ahora estemos hablando de emergencia climática”, ha reflexionado. “Algo pasa con el planeta y tiene mucho que ver con nosotros. Hay que buscar formas de modificar nuestra presencia en el planeta. Tenemos que cambiarlo prácticamente todo”, ha zanjado.

«Proverbios y cantantes» por Antonio Machado

1  Nuncaperseguí la gloriani dejar en la memoriade los hombres mi canción; yo amo los mundos sutiles,ingrávidos y gentilescomo pompas de jabón.Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volarb el cielo azul, temblarsúbitamentey quebrarse.

 

2. ¿Para qué llamar caminos
a los surcos del azar?…
Todo el que camina anda,
como Jesús, sobre el mar.

3. A quien nos justifica nuestra desconfianza
llamamos enemigo, ladrón de una esperanza.
Jamás perdona el necio si ve la nuez vacía
que dio a cascar al diente de la sabiduría.

4. Nuestras horas son minutos
cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender.

5. Ni vale nada el fruto
cogido sin sazón…
Ni aunque te elogie un bruto
ha de tener razón.

6. De lo que llaman los hombres
virtud, justicia y bondad,
una mitad es envidia,
y la otra, no es caridad.

7. Yo he visto garras fieras en las pulidas manos;
conozco grajos mélicos y líricos marranos…
El más truhán se lleva la mano al corazón,
y el bruto más espeso se carga de razón.

8. En preguntar lo que sabes
el tiempo no has de perder..
Y a preguntas sin respuesta
¿quién te podrá responder?

9. El hombre, a quien el hambre de la rapiña acucia,
de ingénita malicia y natural astucia,
formó la inteligencia y acaparó la tierra.
¡Y aun la verdad proclama! ¡Supremo ardid de guerra!

10. La envidia de la virtud
hizo a Caín criminal.
¡Gloria a Caín! Hoy el vicio
es lo que se envidia más.

11. La mano del piadoso nos quita siempre honor;
mas nunca ofende al damos su mano el lidiador.
Virtud es fortaleza, ser bueno es ser valiente;
escudo, espada y maza llevar bajo la frente
porque el valor honrado de todas armas viste:
no sólo para, hiere, y más que aguarda, embiste.
Que la piqueta arruine, y el látigo flagele;
la fragua ablande el hierro, la lima pula y gaste,
y que el buril burile, y que el cincel cincele,
la espada punce y hienda y el gran martillo aplaste.
12. ¡Ojos que a luz se abrieron
un día para, después,
ciegos tornar a la tierra,
hartos de mirar sin ver!

13. Es el mejor de los buenos
quien sabe que en esta vida
todo es cuestión de medida:
un poco más, algo menos…

14. Virtud es la alegría que alivia el corazón
más grave y desarruga el ceño de Catón.
El bueno es el que guarda, cual venta del camino,
para el sediento el agua, para el borracho el vino.

15. Cantad conmigo en coro: Saber, nada sabemos,
de arcano mar vinimos, a ignota mar iremos…
Y entre los dos misterios está el enigma grave;
tres arcas cierra una desconocida llave.
La luz nada ilumina y el sabio nada enseña.
¿Qué dice la palabra? ¿Qué el agua de la peña?

16. El hombre es por natura la bestia paradójica,
un animal absurdo que necesita lógica.
Creó de nada un mundo y, su obra terminada,
«Ya estoy en el secreto -se dijo-, todo es nada.»

17. El hombre sólo es rico en hipocresía.
En sus diez mil disfraces para engañar confía;
y con la doble llave que guarda su mansión
para la ajena hace ganzúa de ladrón.

18. ¡Ah, cuando yo era niño
soñaba con los héroes de la Ilíada!
Ayax era más fuerte que Diómedes,
Héctor, más fuerte que Ayax,
y Aquiles el más fuerte; porque era
el más fuerte… ¡Inocencias de la infancia!
¡Ah, cuando yo era niño
soñaba con los héroes de la Ilíada!

19. El casca-nueces-vacías,
Colón de cien vanidades,
vive de supercherías
que vende como verdades.

20. ¡Teresa, alma de fuego,
Juan de la Cruz, espíritu de llama
por aquí hay mucho frío, padres, nuestros
corazoncitos de Jesús se apagan!

21. Ayer soñé que veía
a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía…
Después soñé que soñaba.

22. Cosas de hombres y mujeres,
los amoríos de ayer,
casi los tengo olvidados,
si fueron alguna vez.

23. No extrañéis, dulces amigos,
que esté mi frente arrugada;
yo vivo en paz con los hombres
y en guerra con mis entrañas.

24. De diez cabezas, nueve
embisten y una piensa.
Nunca extrañéis que un bruto
se descuerne luchando por la idea.

25. Las abejas de las flores
sacan miel, y melodía
del amor, los ruiseñores;
Dante y yo -perdón, señores-,
trocamos -perdón, Lucía-,
el amor en Teología.

26. Poned sobre los campos
un carbonero, un sabio y un poeta.
Veréis cómo el poeta admira y calla,
el sabio mira y piensa…
Seguramente, el carbonero busca
las moras o las setas.
Llevadlos al teatro
y sólo el carbonero no bosteza.
Quien prefiere lo vivo a lo pintado
es el hombre que piensa, canta o sueña.
El carbonero tiene
llena de fantasías la cabeza.

27. ¿Dónde está la utilidad
de nuestras utilidades?
Volvamos a la verdad:
vanidad de vanidades.

28. Todo hombre tiene dos
batallas que pelear:
en sueños lucha con Dios;
y despierto, con el mar.

29. Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

30. El que espera desespera,
dice la voz popular.
¡Qué verdad tan verdadera!

La verdad es lo que es,
y sigue siendo verdad
aunque se piense al revés.

31. Corazón, ayer sonoro,
¿ya no suena
tu monedilla de oro?
Tu alcancía,
antes que el tiempo la rompa,
¿se irá quedando vacía?
Confiemos
en que no será verdad
nada de lo que sabemos.

32. ¡Oh fe del meditabundo!
¡Oh fe después del pensar!
Sólo si viene un corazón al mundo
rebosa el vaso humano y se hincha el mar.

33. Soñé a Dios como una fragua
de fuego, que ablanda el hierro,
como un forjador de espadas,
como un bruñidor de aceros,
que iba firmando en las hojas
de luz: Libertad. -Imperio.

34. Yo amo a Jesús, que nos dijo
Cielo y tierra pasarán.
Cuando cielo y tierra pasen
mi palabra quedará.
¿Cuál fue, Jesús, tu palabra?
¿Amor? ¿Perdón? ¿Caridad?
Todas tus palabras fueron
una palabra: Velad.

35. Hay dos modos de conciencia:
una es luz, y otra, paciencia.
Una estriba en alumbrar
un poquito el hondo mar;
otra, en hacer penitencia
con caña o red, y esperar
el pez, como pescador.
Dime tú. ¿Cuál es mejor?
¿Conciencia de visionario
que mira en el hondo acuario
peces vivos,
fugitivos,
que no se pueden pescar,
o esa maldita faena
de ir arrojando a la arena,
muertos, los peces del mar?

36. Fe empirista. Ni somos ni seremos.
Todo nuestro vivir es emprestado.
Nada trajimos; nada llevaremos.

37. ¿Dices que nada se crea?
No te importe, con el barro
de la tierra, haz una copa
para que beba tu hermano.

38. ¿Dices que nada se crea?
Alfarero, a tus cacharros.
Haz tu copa y no te importe
si no puedes hacer barro.

39. Dicen que el ave divina
trocada en pobre gallina,
por obra de las tijeras
de aquel sabio profesor
(fue Kant un esquilador
de las aves altaneras;
toda su filosofía,
un sport de cetrería),
dicen que quiere saltar
las tapias del corralón,
y volar
otra vez, hacia Platón.
¡Hurra! ¡Sea!
¡Feliz será quien lo vea!

40. Sí, cada uno y todos sobre la tierra iguales:
el ómnibus que arrastran dos pencos matalones,
por el camino, a tumbos, hacia las estaciones,
el ómnibus completo de viajeros banales,
y en medio un hombre mudo, hipocondríaco, austero,
a quien se cuentan cosas y a quien se ofrece vino…
Y allá, cuando se llegue, ¿descenderá un viajero
no más? ¿O habránse todos quedado en el camino?

41. Bueno es saber que los vasos
nos sirven para beber;
lo malo es que no sabemos
para qué sirve la sed.

42. ¿Dices que nada se pierde?
Si esta copa de cristal
se me rompe, nunca en ella
beberé, nunca jamás.

43. Dices que nada se pierde,
y acaso dices verdad;
pero todo lo perdemos
y todo nos perderá.

44. Todo pasa y todo queda;
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

45. Morir… ¿Caer como gota
de mar en el mar inmenso?
¿O ser lo que nunca ha sido:
uno, sin sombra y sin sueño,
un solitario que avanza
sin camino y sin espejo?

46. Anoche soné que oía
a Dios, gritándome: ¡Alerta!
Luego era Dios quien dormía,
y yo gritaba: ¡Despierta!

47. Cuatro cosas tiene el hombre
que no sirven en la mar:
ancla, gobernalle y remos,
y miedo de naufragar.

48. Mirando mi calavera
un nuevo Hamlet dirá:
He aquí un lindo fósil de una
careta de carnaval.

49. Ya noto, al paso que me torno viejo,
que en el inmenso espejo,
donde orgulloso me miraba un día,
era el azogue lo que yo ponía.
Al espejo del fondo de mi casa
una mano fatal
ya rayendo el azogue, y todo pasa
por él como la luz por el cristal.

50. -Nuestro español bosteza.
¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío?
Doctor, ¿tendrá el estómago vacío?
-El vacío es más bien en la cabeza.

51. Luz del alma, luz divina,
faro, antorcha, estrella, sol…
Un hombre a tientas camina;
lleva a la espalda un farol.

52. Discutiendo están dos mozos
si a la fiesta del lugar
irán por la carretera
o campo atraviesa irán.
Discutiendo y disputando
empiezan a pelear.
Ya con las trancas de pino
furiosos golpes se dan;
ya se tiran de las barbas,
que se las quieren pelar.
Ha pasado un carretero,
que va cantando un cantar:
«Romero, para ir a Roma,
lo que importa es caminar;
a Roma por todas partes,
por todas partes se va.»

53. Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

Antonio Machado

Historia de un sueño — La Fragua de Laguna de Duero

Autor del artículo: Miguel Castro Villar Con la crisis de 2008 nace un sentimiento de indignación que se hace visible con manifestaciones de protesta de varios sectores, como la sanidad o la enseñanza, entre otros, y se hace patente con la acampada en la Puerta del Sol de Madrid por parte de gente, en su […]

a través de Historia de un sueño — La Fragua de Laguna de Duero

Autor del artículo: Miguel Castro Villar

Con la crisis de 2008 nace un sentimiento de indignación que se hace visible con manifestaciones de protesta de varios sectores, como la sanidad o la enseñanza, entre otros, y se hace patente con la acampada en la Puerta del Sol de Madrid por parte de gente, en su mayoría jóvenes “antisistema”, pero sobre todo, gente harta ya de estar harta.

Ahí nace PODEMOS. Del que se dio en llamar el “El espíritu del 15J” surge un partido y para algunos, nace un sueño.

Liderado por Pablo Iglesias, en estrecha colaboración con Juan Carlos Monedero, Iñigo Errejon, Carolina Bescansa, Luis Alegre entre otros, la mayoría procedente del mundo universitario. Estas personas de probada inteligencia y algunos con cierta experiencia en el asociacionismo – estudiantil, ecologista, vecinal, sindical, etc…pero bisoños en la alta política, quizás no calibraron bien a lo que se enfrentaban, o tal vez no conocían del todo bien al pueblo español.

Es probable que el éxito obtenido en las primeras elecciones a las que concurrían – 1249158 votos, 5 escaños en el parlamento Europeo- les diera la imagen falsa de que esto sería un camino de rosas, y el “sorpasso” al PSOE seria cosa hecha en un corto periodo de tiempo.

Mientras tanto, muchos de los que hacía tiempo habíamos caído en el escepticismo, volvimos a soñar que se podía romper con “el régimen del 78” Nos imaginamos que podríamos, por fin, buscar y enterrar dignamente a nuestros muertos, que el dictador asesino abandonaría su vergonzante y macabro mausoleo, que podríamos conjurar el peligro inminente de que se desmonte nuestra Seguridad Social, que en adelante tendríamos una enseñanza pública, laica, digna y de calidad, que romperíamos la relación de sumisión que mantenemos con El Vaticano, poniendo a la Iglesia en su sitio, impidiendo que siga manipulando y estafando al Estado. Y puestos a soñar, hasta soñamos que quizás algún día, la Guardia Civil se pudiera desmilitarizar, y los Borbones abandonaran España para siempre.

La reacción del capital y de los poderes facticos (lo de “reacción” ha sido sin querer) no se hizo esperar, y esos sí que entienden de manipulación – están en su medio natural, es su “modus operandi”- pusieron en marcha toda su siniestra maquinaria y no dejaron “títere con cabeza”. De Monedero a Errejon, de Echenique a Pablo Iglesias, pasando por la financiación Venezolana e Iraní y aderezado con cuestiones personales y sentimentales.

Huelga decir que esta ofensiva de bulos, difamaciones, mentiras y demás falsedades, no hubiera sido posible sin la entusiasta colaboración de la prensa, que salvo alguna honrosa excepción, se apuntó de inmediato al acoso y derribo, de forma y manera, que aunque las causas iban siendo desestimadas por parte de jueces y fiscales, en algunos medios seguían saliendo en portada e incluso abriendo informativos.

Aunque el mayor acierto de los poderes en la sombra, fue el de encender “la Hoguera de las Vanidades” cuyo primer fogonazo surgió en Vistalegre 2 donde Iñigo Errejon decidió echarle un pulso a Pablo Iglesias. Lo perdió y le ofrecieron como premio de consolación encabezar la lista a la Comunidad de Madrid. Pero Iñigo no se iba a consolar tan fácilmente y en un momento delicado e inoportuno, abandona la formación y se monta su propia candidatura, lo que propicia que la C M vuelva a quedar en manos de la derecha. Ahora repite la jugada presentando su candidatura a nivel nacional, desgajando aún más la precaria unidad de UP y sin ninguna duda restándole un considerable número de votos, lo que entusiasma a la derecha, pero sobre todo al PSOE, donde probablemente acabe el Sr. Errejon y su gente. ¿Legal y legítimo? ¡SI! ¿Moral y ético? ¡NO!  Y menos aún en la izquierda donde la traición es menos tolerada a pesar de ser más frecuente.

Pero, hete aquí, que el Sr. Iglesias también está por la labor de echar su ración de gasolina a esta hoguera, y con todo lo que le está cayendo encima a su partido, se le ocurre la genial idea de comprarse, junto a su pareja, un chalet en Galapagar, tener mellizos e invertir cuatro meses en un permiso de paternidad, mientras dejaba a su partido huérfano de liderato en un momento sumamente delicado ¿es lícito y legítimo? ¡SI! ¿Es ético, moral, pero sobre todo razonable? ¡NO!.

Es probable que tenga una visión romántica, tal vez distorsionada de la política. Las personas que un día deciden dedicarse a esta “profesión” deberían tomárselo como una especie de apostolado. Su principal preocupación tendría que ser el servicio a los ciudadanos que le votan y que le pagan, pero sobre todo, que con el voto que meten en una urna en ocasiones van muchas esperanzas, y por lo tanto esta confianza que depositan en ellos, debería de estar por encima de cualquiera otra satisfacción personal.

Cuando al principio del articulo me refería a que “tal vez no conocían bien al pueblo español” quería decir que aquí la indignación dura lo que tarda en arreglarse la situación personal de cada uno – estudios, trabajo, afectos…-  después la indignación pasa a ser cosa de otros.

El gran Calderón de la Barca ya lo dijo allá por el 1631 “Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son…”

Carta abierta del juez Baltasar Garzón a Sebastián Piñera — Colarebo

“Sepan que las violaciones de los derechos humanos que se están cometiendo y los crímenes perpetrados en contra de la población civil, esta vez no quedarán en la impunidad porque, además de la Fiscalía de Chile y del Instituto Nacional de Derechos Humanos, existe la Jurisdicción Universal, existe la Corte Penal Internacional, el Sistema Interamericano […]

a través de Carta abierta del juez Baltasar Garzón a Sebastián Piñera — Colarebo

Sepan que las violaciones de los derechos humanos que se están cometiendo y los crímenes perpetrados en contra de la población civil, esta vez no quedarán en la impunidad porque, además de la Fiscalía de Chile y del Instituto Nacional de Derechos Humanos, existe la Jurisdicción Universal, existe la Corte Penal Internacional, el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y una comunidad internacional atenta y vigilante, que no permitirá que en Chile se vuelvan a repetir los horrores del pasado”, indica Garzón en su misiva.  

El poeta de la democracia

El poeta de la democracia

Publicada el 06/10/2019

Walt Whitman nació en Nueva York en 1819. Con motivo de sus 200 años, el mundo literario celebra la palabra de alguien que se llamó a sí mismo «el poeta de la democracia». A través de un verso libre cargado de energía, de enumeraciones y apegos a las novedades de la vida, quiso escribir a mitad del siglo XIX el poema épico de la gente sencilla. Si los grandes cantos se centraban en los héroes, los arzobispos y los aristócratas, Whitman se presentó como la voz de los generales derrotados, los esclavos, los trabajadores, las calles, las máquinas y el amor. No consentía caminar una sola legua o escribir un solo verso sin amor.

Nacieron sus Hojas de hierba porque era necesario escribir la nueva poesía de Norteamérica, es decir, la poesía de la democracia. Y la verdad es que una celebración de Whitman en el año 2019 vuelve a tener una oscura tristeza de sueño pervertido. Digo vuelve porque en 1941, cuando León Felipe publicó después de la Guerra Civil y el exilio su traducción del Canto a mí mismo, ya tuvo que reaccionar ante un mundo derivado hacia el desamparo y las destrucciones. La política, los sociólogos, los filósofos y los artistas sentían miedo «porque parece que va a ganar el tirano». Y admitía su soledad: «Muchos pensarán que acuñar este poema en español es un mal negocio, / una hazaña sin gloria, / un gesto inoportuno y peligroso».

Donald Trump persigue a los hispanos. La situación en la democracia norteamericana que cantó Whitman no goza hoy de buena salud. Difícil es recordar sin angustia el amor a los perseguidos, pobres e inmigrantes que cantó el poeta homosexual de Nueva York. Y también es difícil celebrar la épica de la gente común, porque las decisiones del tirano son votadas por gente sencilla y muy popular, personas de la calle educadas en la telebasura, la soberbia del consumo y el miedo a que la diversidad sea un peligro para su poder adquisitivo. La falta de autovigilancia empuja siempre a la irracionalidad de una alianza con el verdadero enemigo.

Contra el horror a la diversidad, León Felipe defendía el amor a las canciones de otras latitudes y confesaba su apuesta en nombre de Whitman: «¡Qué alegría cuando yo averiguo que en mi pentagrama cabe la canción del cuáquero y del chino, / y que el amplio sombrero tejano me sienta tan bien como el viejo chambergo de Castilla».

Federico García Lorca coincidió en Nueva York con León Felipe. Le enseñó a amar a Whitman. Pero 1929 fue el año de la crisis de Wall Street que marcó la degradación democrática, el racismo y la miseria narrados por John Doss Pasos en Manhattan Transfer. El amanecer de Nueva York no suponía entonces una luz de optimismo, sino una realidad contaminada por los humos y por un huracán de monedas furiosas. García Lorca escribió Poeta en Nueva York y viajó a Cuba donde vivió con libertad sus deseos homosexuales. Quizá por eso imaginó en el barco de regreso a España su conmovedora Oda a Walt Whitman. El poeta andaluz cantó al neoyorkino que soñaba ser un río y «dormir como un río / con aquel camarada que pondría en su pecho / un pequeño dolor de ignorante leopardo».

La oda es conmovedora no sólo por la fuerza de sus imágenes, sino por el contradictorio mundo de culpas que refleja. García Lorca tuvo poca vigilancia de sí mismo y escribió al final, en nombre de la homosexualidad, un poema homófobo. Quiso separar su deseo y el de Whitman, homosexuales puros, de los jotos, pájaros, sarasas, apios, cancos, fairies, floras, maricas y locas que se comportaban como «perras en sus tocadores». Si el supremacismo de las identidades puras significa racismo en las causas públicas, también provoca estragos en los sentimientos más íntimos.

Cuidado con la pureza que desatiende el mundo real en el que se vive. Conviene que la épica de la gente de la calle sostenga la democracia; pero conviene también que vigilemos nuestras intimidades para que no nos convirtamos en aliados de los manipuladores de la libertad. La rebeldía y los sueños de pureza acaban con frecuencia en la sonrisa del tirano. Y la situación actual de la democracia no consiente ese tipo de ligerezas. 200 años después, eso siento al leer a Whitman y al recordar sus ilusiones.