Las conquistas de la igualdad

Las conquistas de la igualdad

En la sala de operaciones del Instituto Cervantes hay una exposición dedicada a «Los viajes de Ramón Menéndez Pidal». Entre los documentos que muestran las escalas del español en el mundo, la internacionalización de nuestra filología y la obra de don Ramón, se muestra un informe policial que me conmueve. Alude a doña María, doña María Goyri, o mejor a «Menéndez Pidal, señora de». Se trata de una nota escrita por Enrique Súñer, Presidente de la Comisión de Cultura y Enseñanza del Gobierno de Burgos, para dar cuenta de la personalidad de la filóloga que en 1900 se había casado con el insigne autor de La España del Cid.

Al informe no le falta precisión: «Menéndez Pidal, señora de: Persona de gran talento, de gran cultura, de una energía extraordinaria, que ha pervertido a su marido y a sus hijos. Muy persuasiva y de las personas más peligrosas de España. Es sin duda una de las raíces más robustas de la revolución».

El modo de presentar a María Goyri, por supuesto, recoge una larga tradición misógina en la que el mal vive encarnado en la presencia femenina. El Arcipreste de Hita compuso su elogio de las mujeres pequeñas porque en un frasco pequeño cabe menos veneno que en uno grande. Las inteligentes son las peores. Pero escrito en medio de una represión cruel, además de lo de siempre, me conmueve sobre todo el aire de vida privada que tiene la delación. Son compañeros de trabajo, aparentes amigos, conocidos de casa, los que vengan sus rencores con palabras que pueden costar la cárcel o la muerte de la persona sobre la que se permiten opinar en relación a su marido y sus hijos.

Cuenta Fernando Rodríguez Lafuente que Fernando Vela, secretario de redacción de la Revista de Occidente, se atemorizó mucho con el golpe de Estado de 1936, sin saber de qué bando iba a llegar el ataque. Ortega y Gasset le aconsejó que se defendiera de los conocidos a los que había rechazado una colaboración. Vestidos de uniforme y con pistola podían ser muy peligrosos. «¡Al suelo, que vienen los nuestros!», dicen que dijo Pío Cabanillas. Es una buena frase para resumir la vida de aparato de los partidos y algunas negociaciones políticas.

María Goyri, que hizo su viaje de novios con Menéndez Pidal por Castilla, realizando trabajos filológicos en aldeas perdidas, se especializó en el Romancero y en Lope de Vega. Pero supongo que la inquina reflejada en las palabras de Enrique Súñer se debe a que fue una de las primeras mujeres decididas a cursar estudios universitarios, algo escandaloso en el curso 1891-1892.

Jesús Antonio Cid, director de la Fundación Menéndez Pidal, publicó el libro María Goyri. Mujer y pedagogía (2016), en el que se ofrecen recuerdos personales de su experiencia pionera. Después de conseguir que cada profesor firmase un documento admitiendo en clase a una mujer, la facultad de Filosofía y Letras aceptó la matrícula. La rutina acordada fue la siguiente: al llegar a la facultad era conducida al Decanato, allí la recogía el profesor, la colocaba en el primer pupitre para vigilar cualquier exceso de sus compañeros y la devolvía al Decanato una vez que el bedel anunciaba el fin de la clase. Allí esperaba al profesor siguiente.

La inteligencia y el buen orgullo conmueven igual que la maldad. Algunos detalles de los recuerdos de María Goyri, defensora de la educación de la mujer y de la emancipación femenina, emocionan. El primero es que comprendió que tanta vigilancia sobre su persona al entrar en las aulas era un insulto a los hombres: «Consideraban al estudiante español insuficientemente civilizado para permanecer correcto ante una muchacha». La voluntad represiva suele ser en el fondo una evidencia de la corrupción de aquello que se pretender defender.

El otro detalle tiene que ver con el orgullo de lo conseguido. Al cabo de los años y al recordar aquellos catedráticos que la llevaban del Decanato al aula, le confesó al periodista Luis González de Linares en 1929: «Yo le aseguro a usted que si hoy quisieran seguir esta costumbre que acabo de referirle, no bastarían los catedráticos de todas las Universidades españolas para acompañar a las estudiantes de la Universidad Central».

Así es. Las transformaciones de lo privado son la única manera de sostener la emancipación pública. Le debemos mucho a hombres y mujeres de gran talento y energía extraordinaria, muy peligrosas por lo visto para España, que son capaces de pervertir lo que tienen al lado y de convertirse en las raíces más robustas de la revolución… Cada vez creo más en eso que en las grandes proclamas sin raíz.

Detener el liberalismo que daña su propia causa.

Detener el liberalismo que daña su propia causa.

Nosotros los liberales necesitamos vigilar nuestros puntos ciegos.

Nicholas kristof

Por nicholas kristof

Columnista de opinión, 

The New York Times
Panadería de Gibson en Oberlin, Ohio. CréditoCréditoDake Kang / Prensa Asociada

Mi hija y yo estábamos lanzando un balón de fútbol de ida y vuelta mientras también discutíamos sobre la libertad de expresión, el asalto sexual, la intolerancia juvenil y la insensibilidad paterna.

Estábamos hablando de un profesor de derecho de Harvard, Ronald Sullivan. Fue expulsado de su trabajo secundario como jefe de Winthrop House de Harvard College después de que ayudó a darle a Harvey Weinstein, acusado de agresión sexual, la representación legal a la que todo acusado tiene derecho.

Para mí, como un baby boom progresivo, esto fue una violación de los valores liberales ganados con esfuerzo, un ejemplo preocupante de un monocultivo universitario que fomenta la intolerancia liberal. Por supuesto, ningún profesor debe ser penalizado por aceptar un cliente impopular.

Para mi hija, por supuesto, un decano de la casa no debe defender a un presunto violador notorio. Como ella lo vio, cualquier profesor puede representar a cualquier delincuente, pero no mientras cuida a estudiantes universitarios: ¿cómo puede un líder de la casa apoyar a los estudiantes traumatizados por agresión sexual cuando también está defendiendo a alguien acusado de violación?

Nuestro enfrentamiento de fútbol refleja una brecha generacional más amplia en América. Los progresistas de mi era a menudo veneran el adagio mal atribuido a Voltaire: «No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo». Para los progresistas jóvenes, la prioridad es más enfrentarse al racismo que se percibe, a la misoginia. , Islamofobia y fanatismo.

El ascenso del presidente Trump amplificó este choque generacional y planteó la cuestión fundamental de cómo vivir los valores liberales en una época no liberal.

Es un equilibrio difícil, que requiere humildad intelectual. No se lo cuente a mi hija, pero tiene razón: el bienestar de las víctimas de agresión sexual es claramente un valor que debe abrazar, incluso si lo comparamos con el derecho de un profesor de derecho de enfrentar a un cliente despreciado.

Sin embargo, aunque admiro el activismo del campus por su compromiso con la justicia social, también me preocupa que a veces se infunde una intolerancia punzante, que abarca todo tipo de diversidad excepto una: la diversidad ideológica. Muy a menudo, los liberales abrazamos a personas que no se parecen a nosotros, pero solo si piensan como nosotros.

George Yancey, un evangélico negro que es profesor de sociología, me dijo una vez : “Fuera de la academia me enfrenté a más problemas como negro. Pero dentro de la academia me enfrento a más problemas como cristiano, y ni siquiera está cerca «.

Para aquellos de nosotros que creemos que el liberalismo debe modelar la inclusión y la tolerancia, incluso en tiempos de intolerancia, incluso a los exclusivos e intolerantes, fue decepcionante ver que la Universidad de Cambridge este año rescindió una beca para Jordan Peterson, el autor de libros más vendido de Canadá que dice que no usará los pronombres preferidos de la gente. Debatirlo, así es como ganar la discusión, en lugar de tratar de reprimirlo.

Los liberales a veces gritan cuando este periódico trae a un columnista conservador o publica una edición de opinión muy conservadora. Nosotros los progresistas debemos tener la curiosidad intelectual para lidiar con puntos de vista desagradables.

Esta columna abrumará a muchos de mis lectores habituales, y reconozco que todo esto es fácil de decir para mí como un hombre blanco heterosexual. Pero el camino hacia el progreso proviene de ganar el debate público, y si quiere ganar un argumento, debe permitirlo .

Temo que Trump haya facilitado a los activistas liberales demonizar a los conservadores y evangélicos. Las personas son complicadas en todos los extremos del espectro, y es tan incorrecto estereotipar a los conservadores o evangélicos como lo es la estereotipación de alguien por motivos de raza, estatus migratorio o sexo.

Los activistas del campus en su mejor momento son la conciencia de la nación. Pero a veces su pasión, particularmente en un capullo liberal, se vuelve cegadora.

Eso es lo que sucedió en Oberlin College, un centro de activismo durante mucho tiempo, donde los estudiantes una vez protestaron en el comedor por la apropiación cultural por ofrecer sushi pobre. Ahora Oberlin vuelve a estar en las noticias debido a un desarrollo en un episodio que comenzó el día después de la elección de Trump.

Un estudiante negro robó en una tienda llamada Gibson’s Bakery, y un empleado de la tienda blanca corrió tras él e intentó agarrarlo. El informe policial muestra que cuando llegaron los oficiales, el empleado estaba en el suelo siendo golpeado y pateado por varios estudiantes.

Al ver este incidente a través de la lente de la opresión racial, los estudiantes denunciaron a Gibson y distribuyeron volantes diciendo: «Este es un establecimiento RACISTA». Un decano de la universidad asistió a la protesta, y la universidad respondió al fervor de los estudiantes suspendiendo las compras en la panadería.

Entiendo que la militancia surge de una profunda frustración ante las inequidades. Pero resultó que la narrativa operativa aquí no era una opresión sino simplemente el robo de una tienda. El estudiante que robó el vino se declaró culpable de robo y reconoció que no había involucrado en el perfil racial.

Este mes, Gibson ganó $ 44 millones en daños reales y punitivos por parte de Oberlin, lo que aparentemente refleja la exasperación del jurado con la universidad por habilitar a un grupo de estudiantes.

En un momento en el que hay tanta injusticia real a nuestro alrededor (escuelas de tercer nivel, encarcelamiento en masa, inmigrantes deshumanizados) es extraño ver a activistas estudiantiles inflamados por el sushi o valorando a un ladrón de tiendas. Este es un liberalismo instintivo que fracasa y daña su propia causa.

Como liberal, escribo sobre todo sobre puntos ciegos conservadores. Pero tanto a la izquierda como a la derecha, podemos quedar tan atrapados en nuestras narraciones que perdemos perspectiva; Nadie tiene el monopolio de la verdad. Si Trump convierte a los progresistas en agentes intolerantes de la incivilidad, entonces hemos perdido nuestras almas.

A medida que nos dirigimos hacia elecciones con consecuencias monumentales, la polarización aumentará y aumentará el temor mutuo. El desafío será defender nuestros valores, sin traicionarlos.

The Times se compromete a publicar una diversidad de cartas para el editor. Nos gustaría saber qué piensa sobre esto o cualquiera de nuestros artículos. Aquí hay algunos consejos . Y aquí está nuestro correo electrónico: letters@nytimes.com .

Nicholas Kristof ha sido columnista de The Times desde 2001. Ha ganado dos Premios Pulitzer, por su cobertura de China y del genocidio en Darfur. Puede suscribirse a su boletín electrónico gratuito dos veces por semana y seguirlo en Instagram . @NickKristofFacebook 

Fronteras entendidas como campos de exterminio

Fronteras entendidas como campos de exterminio

Luis García Montero, publicada el 30 de junio de 2019.

La libertad es una cuestión de límites. La historia nos ha enseñado que la avaricia, la crueldad, la intolerancia y la ambición no tienen límites. Por eso mismo la libertad, esa energía individual y social que sostiene la convivencia democrática, ha aprendido la importancia de los límites, la necesidad de normalizarse a través de las leyes.

Ahora que la economía y la unificación tecnológica del mundo desconocen los límites humanos, nos vemos condenados todos los días a mirar hacia las fronteras. Por mucho que la crueldad no tenga límites, la muerte sigue siendo algo serio. Nos conmueve que un padre y su hija mueran abrazados y ahogados en un río por querer cruzar la frontera entre la miseria y los EE.UU. Nos conmueve también que una marina alemana se arriesgue a pasar 10 años en la cárcel por romper la prohibición de entrar con su barco en el puerto de Lampedusa. Su barco quería salvar la vida de unas 48 personas condenadas por la autoridad italiana y el dinero a morir como cuerpos ilegales en el mar.

La dignidad de Carola Rackete, capitana del Sea-Watch 3, me ha recordado la historia del Stanbrook, el barco carbonero británico que atracó en el puerto de Alicante en marzo de 1939 para cargar naranjas y azafrán. Pero se encontró con la tragedia de los días finales de la Guerra Civil española. Más de 15.000 personas desesperadas se agolpaban en la ciudad; intentaban huir del asalto definitivo de las tropas fascistas. El capitán Dickson decidió desatender las órdenes, acoger a 2.638 vidas en una embarcación con capacidad para 24 tripulantes y poner rumbo a Orán. Hace 80 años de aquella decisión que ahora ha repetido, en otro contexto, pero con muchas semejanzas, la capitana Rackete. Los ejemplos de Dickson y Rackete nos permiten seguir confiando en el futuro.

Una frontera es el reconocimiento del límite territorial en el que un Estado ejerce su soberanía. Y la soberanía es la autoridad en la que reside el poder político. ¿La soberanía democrática tiene límites? No me refiero, claro, a los límites territoriales, sino a las fronteras éticas que sostienen la dignidad y la libertad humanas.

Estamos acostumbrados a vivir bajo el mandato deportivo de la ruptura de límites. Hay que batir récords, superar los límites de lo nunca pensado, dar rienda suelta a las ambiciones y a la cuenta de beneficios. Los ultraístas quisieron llevar la poesía al más allá de la vanguardia y estuvieron a punto de conseguirlo, pero acabando con la poesía. La vanguardia revolucionaria es hoy la oligarquía capitalista capaz de institucionalizar la ruptura con lo más sagrado. En la prisa de esta dinámica envenenada, creo que los demócratas partidarios de la igualdad, la libertad y la fraternidad tenemos la obligación de hacernos conservadores. O por lo menos de olvidar nuestra soberbia, porque lo más sagrado en un mundo de voluntad laica son los derechos humanos, algo que han olvidado grandes revolucionarios como Donald Trump, Matteo Salvini o Jair Messias Bolsonaro.

Conservar valores y poner límites es nuestra tarea decisiva para detener una avaricia revolucionaria que sin pudor está destruyendo el planeta, justificando la explotación salvaje y violando por sistema, y con la soberbia tecnológica propia de Twitter, los derechos humanos.

La dimensión social de la libertad supone una meditación sobre los límites. Los seres humanos vivieron su gran metamorfosis normativa y democrática al alcanzar una condición de ciudadanía que fijaba el marco de sus derechos y sus responsabilidades. El límite más importante en democracia es la obligación de evitar que la condición de ciudadanía se convierta en un valor que viole la dignidad humana y sus derechos, porque esa irracionalidad niega su propio sentido. Ahí se acaba cualquier razón de autoridad y soberanía. Esta dinámica es la peor perversión de los derechos nacidos como amparo de los hombres y las mujeres de un territorio.

Ya sé que las situaciones son complejas. Pero la tarea democrática no puede reducirse a hablar de soberanía y a cerrar fronteras como se viene haciendo desde hace años. La honestidad democrática naufraga y se ahoga cuando el concepto de ciudadanía sirve para humillar a los seres humanos. Urge ponerse a trabajar en otra hoja de ruta.

Escribo este artículo para participar en el día del orgullo de la cultura LGTBI. Su lucha de años ha vuelto a demostrar que la apuesta por la libertad es la voluntad de un amparo colectivo.

Miguel de Unamuno

El rincón del conocimiento

Miguel de Unamuno

 Escritor, poeta y filósofo español, principal exponente de la Generación del 98.Nacio en Bilbao el 29 de septiembre de 1864. Entre 1880 y 1884 estudió filosofía y letras en la Universidad de Madrid, época durante la cual leyó a Thomas CarlyleHerbert SpencerFriedrich Hegel y Karl Marx. Se doctoró con la tesis Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca, y poco después accedió a la cátedra de lengua y literatura griega en la Universidad de Salamanca, en la que desde 1901 fue rector y catedrático de historia de la lengua castellana. 

Inicialmente sus preocupaciones intelectuales se centraron en las cuestiones éticas y los móviles de su fe. Desde el principio trató de articular su pensamiento sobre la base de la dialéctica hegeliana, y más tarde acabó buscando en las dispares intuiciones filosóficas de Herbert Spencer, Sören KierkegaardWilliam James y Henri Bergson, entre otros, vías de salida a su crisis religiosa.  

Sin embargo, las contradicciones personales y las paradojas que afloraban en su pensamiento actuaron impidiendo el desarrollo de un sistema coherente, de modo que hubo de recurrir a la literatura, en tanto que expresión de la intimidad, para resolver algunos aspectos de la realidad de su yo. Esa angustia personal y su idea básica de entender al hombre como «ente de carne y hueso», y la vida como un fin en sí mismo, se proyectaron en obras como En torno al casticismo (1895), Mi religión y otros ensayos (1910), Soliloquios y conversaciones (1911) o Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos (1913).

Miguel de Unamuno

El primero de los libros fue en realidad un conjunto de cinco ensayos en torno al «alma castellana», en los que opuso al tradicionalismo la «búsqueda de la tradición eterna del presente», y defendió el concepto de «intrahistoria» latente en el seno del pueblo frente al concepto oficial de historia. Según propuso entonces, la solución de muchos de los males que aquejaban a España era su «europeización».

Sin embargo, estas obras no parecían abarcar, desde su punto de vista, aspectos íntimos que formaban parte de la realidad vivencial. De aquí que literaturizase su pensamiento, primero a través de un importante ensayo sobre dos personajes clave de la literatura universal en la Vida de don Quijote y Sancho (1905), obra en la que, por otra parte y en flagrante contradicción con la tesis europeísta defendida en libros anteriores, proponía «españolizar Europa». Al mismo tiempo, apuntó que la relación entre los dos protagonistas de Don Quijote de la Mancha simbolizaba la tensión existente entre ficción y realidad, locura y razón, que constituye la unidad de la vida y la común aspiración a la inmortalidad.

Miguel de Unamuno

El siguiente paso fue la literaturización de su experiencia personal a fin de dilucidar la oposición entre la afirmación individual y la necesidad de una ética social. El dilema planteado entre lo individual y lo colectivo, entre lo mutable y lo inmutable, el espíritu y el intelecto, fue interpretado por él como punto de partida de una regeneración moral y cívica de la sociedad española. Él mismo se tomó como referencia de sus obsesiones del hombre como individuo: «Hablo de mí porque es el hombre que tengo más cerca.»

 

Su narrativa progresó desde sus novelas primerizas Paz en la guerra (1897) y Amor y pedagogía (1902) hasta la madura La tía Tula(1921). Pero entre ellas escribió Niebla (1914), Abel Sánchez (1917) y, sobre todo, Tres novelas ejemplares y un prólogo (1920), libro que ha sido considerado por algunos críticos como autobiográfico, si bien no tiene que ver con hechos de su vida, sino con su biografía espiritual y su visión esencial de la realidad: con la afirmación de su identidad individual y la búsqueda de los elementos vinculantes que fundamentan las relaciones humanas. En ese sentido, sus personajes son problemáticos, víctimas del conflicto surgido de las fuertes tensiones entre sus pasiones y los hábitos y costumbres sociales que regulan sus comportamientos y marcan las distancias entre la libertad y el destino, la imaginación y la conciencia.

Su producción poética comprende títulos como Poesía (1907), Rosario de sonetos líricos (1912), El Cristo de Velázquez (1920), Rimas de dentro (1923) y Romancero del destierro (1927), éste último fruto de su experiencia en la isla de Fuerteventura, adonde fue deportado por su oposición a la dictadura de Miguel Primo de Rivera. También cultivó el teatro: Fedra (1924), Sombras de sueño(1931), El otro (1932) y Medea (1933).

Sus poemas y sus obras teatrales abordaron los mismos temas de su narrativa: los dramas íntimos, amorosos, religiosos y políticos a través de personajes conflictivos y sensibles ante las formas evidentes de la realidad. Su obra y su vida estuvieron estrechamente relacionadas, de ahí las contradicciones y paradojas de quien Antonio Machado calificó de «donquijotesco». 

Considerado como el escritor más culto de su generación, Miguel de Unamuno fue sobre todo un intelectual inconformista que hizo de la polémica una forma de búsqueda. Jubilado desde 1934, sus manifiestas antipatías por la República española llevaron dos años más tarde al gobierno rebelde de Burgos a nombrarlo nuevamente rector de la Universidad de Salamanca, pero fue destituido a raíz de su pública ruptura con el fundador de la Legión. En 1962 se publicaron sus Obras completas, y en 1994 se dio a conocer su novela inédita Nuevo mundo.

Miguel de Unamuno y Jugo​, falleció en Salamanca el 31 de diciembre de 1936

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/u/unamuno.htm

 

La lengua como democracia

La lengua como democracia

Luis García Montero  Publicada el 23/06/201

La lengua es el mayor patrimonio público de una comunidad. Son muchos los estudios que han investigado la complicidad de las palabras, el poder y la democracia. El arte de las buenas conversaciones alimentó la capacidad comunicativa de la razón ilustrada del mismo modo que la pérdida del pudor lingüístico derivó en el peligroso empleo de la manipulación colectiva. Los discursos totalitarios necesitan palabras que fomenten el odio y conviertan al otro en un enemigo y a sus diferencias en una amenaza que se debe tratar de forma castigadora. La crispación, los esquematismos caricaturescos y las argumentaciones demagógicas que caracterizan una parte de los debates políticos actuales juegan con el fuego que quemó a sociedades como la Alemania nazi o la Unión Soviética de Stalin. El desprestigio de la democracia empieza por la degradación del lenguaje.

Leo algunos estudios de la profesora Silvia Betti, miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, sobre los ataques contra el español que empezaron a producirse cuando Donald Trump tomó posesión de la presidencia de Estados Unidos. La medida de borrarnos de la página oficial de la Casa Blanca fue una declaración de hostilidades contra un idioma que hablan más de 50 millones de sus ciudadanos y que es la segunda lengua del país. 

No se equivoca Trump al identificar la identidad con la lengua, porque ya explicó hace muchos años Miguel de Unamuno que el día de la raza debería ser en realidad el día de la lengua. La gravedad de la política de Donald Trump reside, con su campaña de sólo inglés, en definir la identidad norteamericana como un mundo cerrado, agresivo con lo otro. Empuja a su lengua y su raza hasta la xenofobia. Que los hispanos sean insultados por hablar su idioma materno en la cola de un supermercado o que los niños sientan vergüenza de su lengua en un colegio son síntomas de la degradación democrática que supone cualquier tipo de supremacismo.

Ante esta situación, los que somos lectores de Miguel de Cervantes, Andrés Bello o Elena Poniatowska podemos imaginar nuestra lengua con un deseo ético, pensar en su futuro como un relato democrático. Tenemos la obligación de conseguir que el español, una lengua materna para 480 millones de personas en el mundo, represente una cultura de seducción democrática.

Está claro que el español debe asumir también el reto de avanzar como lengua para la ciencia y la tecnología. Es triste que grandes aportaciones hispanas en estos ámbitos tengan que escribirse en inglés y resulta un verdadero disparate que los sistemas de evaluación oficiales hayan generado una dinámica que castigue a las publicaciones en español.

Pero la discusión decisiva apunta hoy a lo que Federico García Lorca denunció en Poeta en Nueva York como «ciencia sin raíces». La confianza en el progreso democrático se quebró cuando la avaricia económica rompió el pacto entre los avances científicos y éticos. Desde las armas de destrucción masiva hasta las especulaciones de las farmacéuticas, pasando por las destrucciones ecológicas, hay demasiados motivos para comprender que el progreso científico y técnico se separa con frecuencia de la dignidad humana. Razones de melancolía democrática que sospechan de las nuevas formas de superstición.

En la Europa del Brexit y los brotes totalitarios, en el mundo dibujado por gobiernos como los de EE.UU., Brasil, Rusia o China, me parece un ejercicio de imaginación moral muy factible proponer la cultura panhispánica como una apuesta de razonable optimismo, una seducción democrática basada en el respeto a los derechos humanos. Pese a la leyenda negra alimentada por otras civilizaciones siempre más inclinadas al mercantilismo y la piratería, el español supo entenderse desde sus orígenes con otras lenguas, basó su capacidad de extensión en su papel vehicular, respetó mucho más que el inglés la convivencia con las lenguas originales y aprendió, en las dos orillas, que es tan importante conservar la unidad del idioma como respetar las singularidades geográficas de sus hablantes. Es decir, aprendió a ser al mismo tiempo lengua materna y espacio de comunicación estandarizada.

¿Un sueño? Bueno, es el sueño y el relato de alguien que quiere vivir una realidad diferente. En España, en México, en EE.UU. …, sintamos el orgullo de convertir en verdad ética la lengua en la que aprendimos a decir madre, tengo frío, cuídame.

En busca de la verdad

En busca de la verdad

“Hay que buscar la verdad y no las razón de las cosas. Y la verdad se busca con humildad”
Miguel de Unamuno

A fines del siglo pasado los más famosos futurólogos dejaron claro que el siglo XXI se habría de caracterizar por la incertidumbre, lo que no pudieron anticipar -tal vez por ser algo nuevo para la mayoría de la humanidad- fue como, ante tal situación las personas íbamos a reaccionar y qué tal reacción fuera caldo de cultivo propició para el renacer con mayor fuerza e intensidad del fascismo y del autoritarismo y lo rápido que este siglo en todo el mundo iba a avanzar. Que los pueblos iba a cegar, que la mayoría de los ciudadanos que votan y eligen dejaran por ellos mismos de pensar, que lo mediático todo lo podía controlar y que los lideres a sus seguidores les dirían que decir y que pensar…

Quien como político siembra esperanza cosecha seguidores fieles sumisos y mansos a él dispuestos a desgarrarse las vestiduras para defender sus propuestas que en la práctica y en la realidad son sueños guajiros imposibles de alcanzar que odian a sus contrincantes a quienes de todo lo malo y de lo que no resulta como quieren siempre van a culpar, ellos y sus contrarios son los únicos actores políticos que considerar en la escena nacional ambos ven a su líder o sus líderes como la esperanza que algún día de todos los males que tanto los aquejan los habrán de liberar, a los neutrales a los que no votan a los que piensan que ni a uno ni al otro es sensato apoyar a los que en política no quieren participar, ni los oyen ni los ven están convencidos de que son apáticos odiosos a los que no les interesa lo que al país y a todos, inclusive a ellos, nos afecta por igual y por eso no son dignos de ser tomados en cuenta, no reparan o no se han percatado de que vivimos en un mundo global y aunque el mundo se destruya, con la sabia guía de su líder (su mesías) a su país nada le va a pasar a menos que en las próximas elecciones la oposición les logre ganar…

En el caso de mi querido México 🇲🇽 donde el gobierno federal que hace 6 meses con una abrumadora mayoría que votó por él comenzó a gobernar, todo lo anteriormente descrito es la pura verdad, es la triste y cruda realidad y más triste aún resulta que hasta los apáticos y los “intelectuales” que se suponía eran sensatos y pensantes a favor o en contra se decidieron ubicar, los atrapó el torbellino beligerante y vertiginoso de nuestra triste realidad nacional que divide en dos bandos únicos el escenario político, son los chairos y los fifis que desde las 6 de la mañana con dimes y diretes apasionadamente se enfrentan en batalla verbal, en discusiones sin sentido y en lanzar burlas y ofensas por el lado de los chairos y responder indultos con indultos sin ninguna solución real plantear por el lado de los fifis con lo cual se evidencian que nunca ni uno ni otro han tratado ni tratan ni tratarán de buscar la verdad y que todos sus esfuerzos reflexivos y profundamente analizados los han enfocado en encontrar la razón de las cosas con la que nada van a cambiar olvidándose o haciendo a un lado la búsqueda de la verdad y eso se explica porque para ellos resulta imposible practicar la humildad y solo así se puede como bien dice Unamuno buscar la verdad, unos y otros, gobernantes y contras viven con la esperanza; los primeros de que más temprano que tarde las acciones del presidente buenos resultados para el bien de las mayorías se van a comenzar a ver, y los contrarios viven con la esperanza de que en poco tiempo por las absurdas medidas tomadas el gobierno va a caer…

Y mientras todo eso pasa en el escenario político nacional el odio entre hermanos más feroz se torna y permea todos los rincones del territorio nacional; la inflación crece la economía se estanca se vislumbra en el corto plazo una recesión la violencia se expande hay carencia de medicamentos no se acaba la corrupción y para colmo de males a Trump ya le entregaron la dignidad del pueblo y la soberanía nacional y en términos generales está peor la situación, pero chairos y fifis que cada día más se aferran a sus vanas “esperanzas” y cuando alguien les reclama o le echan la culpa al cochinero que les dejaron los gobiernos anteriores hijos del neoliberalismo o simplemente dicen que ellos tienen “otros datos” que todo va bien y que en un par de años México se trasformará en una gran potencia a nivel mundial y los enemigos del gobierno que no proponen soluciones reales y parece que solo saben criticar sin fundamentos pierden cada día más adeptos aferrados a la esperanza de que en poco tiempo de tantas barbaridades el pueblo se va a cansar…

¿Que sería entonces lo que se tendría que hacer? La verdad con precisión no lo sé y aunque lo supiese esto es algo que le toca a cada quien, pero creo saber por que y por donde se podría comenzar; hacer un alto en el camino tomar distancia del torbellino releer y repensar el pasado levantar la cabeza fijar la mirada en el horizonte reflexionar serenamente pensar a nadie confrontar ni tomar partido con humildad buscar siempre la verdad nuestra verdad porque a fin de cuentas cada uno de nosotros busca y encuentra su propia verdad y entender a los que son y piensan diferente que nosotros sin sentirnos obligados a estar de acuerdo con ellos no tomar en cuenta ni mucho menos juzgar las razones de lo que dicen y hacen los políticos recordando que la historia a su debido tiempo por sus actos y sus dichos los ha de juzgar que cada vez seamos más los que en contiendas políticas belicosas nos vamos a involucrar y no perder de vista que son los políticos quienes nuestra voluntad tienen que acatar y no como ahora que son ellos que a fuerza quieren que el pueblo todo haga y acepte su voluntad. Que nada ni nadie nos impida ser hacer pensar y decir lo que nos plazca en completa y total libertad dignificar ahora y para siempre nuestra individualidad.

Jesús TorresNavarro.

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Una democracia seriamente tocada;Rosa María Artal

Una democracia seriamente tocada

Rosa María Artal

Tumba de Franco en el Valle de los Caídos. EFE  Tumba de Franco en el Valle de los Caídos. EFE

España registra una profunda degeneración de sus élites, del cuerpo troncal del país. El Tribunal Supremo ha paralizado cautelarmente la exhumación de los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos preservando los derechos de la familia. En tanto se solventan los recursos,  el dictador continuará enterrado en sagrado y en gloria para seguir pudriendo esta peculiar democracia. El alto tribunal ha llegado en su argumentación prácticamente a legalizar el levantamiento militar. Considera a Franco jefe de Estado desde el 1 de octubre de 1936, cuando lo nombraron los militares sublevados.  Y en el juicio del procés, la Fiscalía afirma en sus conclusiones que lo que hubo en Catalunya fue “un golpe de Estado”. Ni intento siquiera, golpe. Así anda la democracia española de tocada.

Todo se resiente. El nefasto espectáculo que están sirviendo políticos carentes de mayorías para gobernar es otra parte del cuadro. Hay que negociar pactos de gobierno y muchos de los que se plantean pervierten la voluntad popular. En todo acuerdo se cede, desde  luego, pero en algunos casos es demasiado ceder si realmente existe una discrepancia ideológica y de objetivos y no una afinidad.

Ciudadanos hace equilibrios en el alambre con un plato en cada mano mientras la hinchada neoliberal –política y sobre todo mediática si es que son diferentes le anima conteniendo la respiración. Neoliberal o del sistema de privilegios y apoyos que aquí rige. Y dice Ciudadanos que no van a negociar nada con Vox, que si acaso la “vía andaluza”. Es decir, el acuerdo a tres con los naranjas de tapadillo, silbando allá arriba a ver si no lo vemos. A tres, cada uno de ellos imprescindible.

Y va Vox y dice que ese papel no le gusta y presenta una enmienda a la totalidad a los presupuestos de Andalucía. Ese Vox del que nos informan los medios sin cesar porque, como hablan mucho y dicen cosas muy llamativas, son como el abalorio con brillos para el periodismo de declaraciones.

El PP, con los escasos votos logrados, simplemente ve cómo los coloca mejor. Es socio preferente de Ciudadanos, dicen los de Rivera dando otro paso en el alambre colgado a muchos metros de altura. Con red, grandes y pequeños medios siempre se la prestan.

El PNV ha estado coherente al advertir a Pedro Sánchez que si pacta con Ciudadanos no cuente con sus votos. Ha salido del suspenso casi general.

El PSOE ha dicho que quiere un ejecutivo monocolor frente a las pretensiones de coalición que pide Unidos Podemos por boca de Pablo Iglesias. Ocurre que los resultados electorales no hay que mezclarlos para que no den resaca, salvo los de UP. Cuyos 3.700.000 votos en las generales parecen haberse subsumido por el batacazo de municipales y autonómicas.  Y surgen voces más sueltas. Emiliano García Page ha dado al PSOE  en Castilla- La Mancha una de las dos únicas mayorías absolutas y se siente reforzado para animar a Sánchez a acercarse a Ciudadanos. Su ultraliberalismo, ultranacionalismo español con el “a por ellos” por bandera, medidas de corte autoritario, no incomodan al barón del PSOE. Ni a muchos otros del gran aparato de poder instalado en España.

Y otra vez Unidos Podemos, Podemos, Pablo Iglesias en el punto de mira. No oye la contestación interna, leemos, oímos, vemos, interminablemente. Interna poco, hablando con propiedad, las voces críticas ya fueran externalizados o, básicamente, se externalizaron por sí mismas.  Y ahora surgen redobladas en el momento preciso que se negocian los gobiernos.  Aquel grupo de amigos que  se animaron a formar Podemos parecen ignorar que cinco millones de votos de izquierda que les siguieron están más interesados en lograr políticas de izquierda que en ver dónde asientan ellos sus traseros.

Portadas, monográficos, columnas, artículos, tertulias, barras de bar… Otra vez. No sé si se habrán enterado de la última primicia: los rusos han seguido viniendo los rusos.  A lomos del mismo redactor que nos las sirvió en su día en El País. Ahora en ABC y aliados con… sí, Unidos Podemos en el sibilino intento de adueñarse de la UE. Es otro símbolo de la decadencia del sistema que este presunto periodismo político representa. Luego la Asociación de la Prensa de Madrid les da premios, una y otra vez,  y la mayoría se calla.

Nada interesa más que la crisis de Unidos Podemos. El PP se ha reventado a medio partido, como lo hiciera el PSOE de Sánchez tras la encerrona que le plantaron. Añadan en el PP los caídos y retirados por sombras de corrupción, además. Dolores de Cospedal tuvo que apearse tras haberse difundido, como por casualidad, sus tejemanejes con el comisario Villarejo, incluidos “trabajitos” de espionaje y destrucción de pruebas. Ya ven, esto los colegas lo recuerdan menos.

Pero sin todo este espectáculo sería más visible el poder en la sombra del poder judicial. Los Marchena, padre e hija, los Lesmes y su círculo de poder sin control que cuentan en detalle Elisa Beni y varios otros columnistas de eldiarioes.

Y no pasaría como la seda que la Fiscalía tilde de Golpe de Estado celebrar un referéndum. Ni los largos encarcelamientos en prisión provisional para los políticos  independentistas. Ni las maniobras para privarles de la voz que les dieron las urnas. Ni tendríamos a un presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, Fundador de Forza Italia, que actúa a modo de “portero de discoteca” para impedir el paso a diputados elegidos en España.  Ni siquiera consultó a sus vicepresidentes, decidido, por su cuenta, a negar la acreditación a Puigdemont en algún intercambio de favores.

Y luego está la cúspide. El jefe del Estado actual, el Rey Felipe VI, ha esperado a que el Tribunal Supremo impida a Jordi Sánchez acudir a la Zarzuela en representación de Junts per Catalunya, para iniciar la ronda de consultas de cara a la formación de gobierno.  Es el mismo jefe de Estado que torció, ostensiblemente, el gesto porque una bandera no estaba suficientemente tensa en su izado.  Hijo del rey que se retira de la vida pública, con inmunidad, y en olor de incienso mediático.

Y Franco sigue en el Valle de los Caídos. Porque nada se hizo antes. En cuarenta años, nada se hizo para restarle su lugar prominente en España. Nada o poco se hizo en asuntos similares. Y así estamos. Para lograr objetivos no hay como poner los medios adecuados.  No puede haber verdad más lógica.

*Publicado en eldiario.es el 4 de Junio de 2019

 

Azaña, una pasión española

Azaña, una pasión española

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  Publicada el 19/05/2019 

Los historiadores de la literatura deben tener la precaución de no interpretar el pasado con los valores de su presente. Es poco objetivo identificar sin matices las inquietudes de hoy con la realidad de Cervantes, Jovellanos o Rosalía de Castro. Pero la literatura no es una crónica histórica, está hecha para ser habitada, para que los lectores hagan suyos los sentimientos y discutan las palabras como si fuesen un asunto propio. Así que la apropiación indebida del pasado es lo más natural, aquello que logra con su energía el buen artificio literario.

Diderot nos enseñó que la verosimilitud en el teatro no es fruto de la espontaneidad vital, sino de la vitalidad trabajada en las formas de la representación. De esa paradoja viven las emociones literarias. Y las emociones, los mestizajes entre el pasado y nuestro presente, son poderosas cuando las historias de ayer se rozan con el pan de hoy. Las inquietudes, por ejemplo, de Unamuno y Azaña nos abren los ojos de una manera significativa a la realidad que vemos pasar cada mañana por los medios de comunicación.

José Luis Gómez ha representado en el Teatro de la Abadía su Unamuno: venceréis, pero no convenceréis y su Azaña, una pasión española. Como espectador, no me sorprende ver a Unamuno y a Azaña sobre el escenario, con la verdad de su drama en carne y hueso. Uno sabe que la fuerza teatral de José Luis Gómez puede dar vida interior y exterior a cualquier personaje, viajar entre el hoy y el ayer con una capacidad de desdoblamiento y comprensión del otro. Sus desdoblamientos consiguen dibujar siempre la unidad de un marco común que imposibilita la indiferencia. El sentido de esa energía trabajada culmina cuando las palabras de Unamuno y Azaña nos interpelan sobre la hora presente.

Unamuno fue un intelectual honesto, valiente, capaz de ejercer la conciencia crítica. El problema es que su honestidad intelectual se quedó encerrada en sí misma, haciendo que la realidad del mundo fuese por un camino y sus pensamientos por otro. En los primeros meses de 1936 hablaba de golpe de Estado, hombres fuertes y soluciones a la degradación de la República, sin saber bien lo que decía, sin comprender que sus propuestas ayudaban al golpe de Estado de unos militares que no tenían nada que ver con su manera republicana de entender la verdad. Su ruidoso enfrentamiento con Millán-Astray, en el que se jugó lo poco que le quedaba de vida, no fue la consecuencia de una discusión política, sino la desesperación vanidosa de ver que el mundo no le daba la razón.

Con mucha frecuencia la realidad se empeña en llevarnos la contraria. Más que procurar imponernos a ella, conviene comprenderla y tomar postura sin creernos los dueños del mundo. Las dinámicas nacionalistas son un buen ejemplo del modo en el que la gente llega a separarse de los conflictos reales. Al final muchos intelectuales se olvidan de los conflictos, de la necesidad de resolverlos de la mejor forma, empeñados en demostrar su razón. Muy buenas cabezas independentistas y no independentistas, por ejemplo, llevan meses despreocupados de tomar conciencia del conflicto catalán y de sus posibles soluciones. Se dedican sólo a caminar en el laberinto afirmativo de su mundo interior. Son vanidades que se alimentan entre sí.

La vocación política de Azaña, y su pasión española, propone el ejemplo contrario. Le interesaba menos la nación que el Estado, la mística que el sentido cívico, la identidad sentimental que la emoción de crear instituciones capaces de construir un marco de convivencia en libertad. Sus paradojas no saltaban de un extremo a otro para encender conflictos, sino de una conciencia a otra para solucionarlos. Pese a la maquinaria de desprestigio que el pensamiento reaccionario montó desde antes de la Guerra, Azaña sigue siendo el mayor ejemplo político de serenidad y firmeza democrática en nuestra historia. Y a su lado don Juan Negrín.

Azaña, una pasión española representa un deseo: que decir ciudadano español sea equivalente a decir un ser libre.  Por debajo late la idea de que la conciencia individual es inseparable del compromiso con el bien común. La libertad como bien común.

Esa alianza de conciencia individual, instituciones democráticas y sentido del Estado supone la mejor defensa de la dignidad política que podemos vivir ahora, frente a las nuevas alianzas del totalitarismo identitario y de la avaricia neoliberal.

La vocación y la conciencia como bien común. Decía Albert Camus que un país vale lo que vale su prensa. Decía Federico García Lorca que la salud de un país depende del estado de su teatro. Yo le agradezco a José Luis Gómez que me permita hablar del sentido profundo de la cultura y del teatro en un artículo de prensa.

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EL 1º DE MAYO

EL 1º DE MAYO

Loli Lopesino

·  · en CapitalismoDerechos HumanosPena de muerte.

D5eQ-DhW4AERbi8 El 1º de mayo es el día internacional de la clase obrera. Evitar hacer como con el »día internacional de la mujer» obviando: ¡trabajadora!

El 1º de mayo

El 1 de mayo de 1867, el Estado de Illinois introdujo una ley que estableció, por primera vez, el turno de trabajo regulado de 8 horas. Un gigantesco logro, dado el contexto de ese periodo. El mismo día, casi veinte años después, en 1886, obreros de las fábricas de Chicago se declararon en huelga a pesar de que era sábado y un día de mucho trabajo. — ¿Resultado? — Encontronazos con la policía, bombas, disparos a la multitud, una ciudad presa por la neurastenia. Durante la Segunda Internacional, que tuvo lugar en París, en medio de la Belle Époque, se decidió formalizar entre los trabajadores el 1 de mayo como fecha representativa del movimiento para pedir a los gobiernos del mundo la concesión trasversal de 8 horas de trabajo, como sucediera en Illinois. Durante la Segunda Internacional, que tuvo lugar en París, en medio de la Belle Époque, se decidió formalizar entre los trabajadores el 1 de mayo como fecha representativa del movimiento y así pedir a los gobiernos del mundo la concesión trasversal de 8 horas de trabajo, como sucediera en Illinois.

Los mártires de Chicago

Los Mártires de Chicago – (De izquierda a derecha) George Engel, Samuel Fielden, Adolph Fischer, Louis Lingg, Michael Schwab, Albert Parsons, Oscar Neebey August Spies.

August Spies, Samuel Fielden, Oscar Neebe, Michael Schwab, George Engel, Adolf Fischer, Albert Parsons y Louis Lingg, obreros de filiación anarquista fueron detenidos y juzgados bajo el cargo de asesinato y conspiración para cometer asesinato. Fueron condenados a la horca, aunque solo Fischer, Parsons, Engel y Spies fueron ejecutados el 11 de noviembre de 1886. Lingg apareció muerto en su celda y el resto fueron perdonados en 1893 al no encontrar pruebas contra ellos. 
Durante el juicio Lingg exclamó: “repito que soy enemigo del orden de hoy y repito que con todas mis fuerzas, mientras tenga aliento para respirar, lo combatiré. Los desprecio. Desprecio su orden, sus leyes, su autoridad apuntalada por la fuerza. Ahórquenme por ello”. 
Justo antes de morir, Albert Parsons – el más conocido de los mártires de Chicago antes de que se produjeran las revueltas – pronunció su famosa frase “let the voice of the people be heard!” (¡dejad que se escuche la voz del pueblo¡).

George Engel ante el tribunal que lo condenó a muerte:

Es la primera vez que comparezco ante un tribunal norteamericano, y en él se me acusa de asesino. ¿Y por qué razón estoy aquí? ¿Por qué razón se me acusa de asesino? Por la misma que me hizo abandonar Alemania; por la pobreza, por la miseria de la clase trabajadora. Aquí también, en esta «República Libre», en el país más rico de la tierra, hay muchos obreros que no tienen lugar en el banquete de la vida y que como parias sociales arrastran una vida miserable. Aquí he visto a seres humanos buscando algo con que alimentarse en los montones de basura de las calles.

[…] Cuando en 1878 vine desde Philadelphia a esta ciudad creí iba a hallar mas fácilmente medios de vida aquí, en Chicago, que en aquella ciudad, donde me resultaba imposible vivir por más tiempo. Pero mi desilusión fue completa. Entonces comprendía que para el obrero no hay diferencia entre Nueva York, Philadelphia y Chicago, así como no la hay entre Alemania y esta tan ponderada República. Un compañero de taller me hizo comprender, científicamente, la causa de que en este país rico no puede vivir decentemente el proletario. Compré libros para ilustrarme más y yo, que había sido político de buena fe, abominé de la política y de las elecciones y comprendí que todos los partidos estaban degradados y que los mismos socialistas demócratas caían en la corrupción más completa.

Entonces entré en la Asociación Internacional de los Trabajadores. Los miembros de esta Asociación estamos convencidos de que sólo por la fuerza podrán emanciparse los trabajadores, de acuerdo con lo que la historia enseña. En ella podemos aprender que la fuerza libertó a los primeros colonizadores de este país, que sólo por la fuerza fue abolida la esclavitud y que, así como fue ahorcado el primero que en este país agitó a la opinión contra la esclavitud, vamos a ser ahorcados nosotros.

[…] ¿En qué consiste mi crimen? En que he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que mientras unos amontonen millones […], otros caen en la degradación y la miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres de ciencia deben ser utilizadas en beneficios de todos. Vuestras leyes están en oposición con las de la naturaleza y mediante ellas robáis a las masas el derecho a la vida, a la libertad y al bienestar […] La noche en que fue arrojada la primera bomba en este país, yo estaba en mi casa y no sabía una palabra de la ‘conspiración’ que pretende haber descubierto el ministerio público. Es cierto que tengo relación con mis compañeros de proceso, pero a algunos sólo los conozco por haberlos visto en las reuniones de trabajadores. No niego tampoco que he hablado en varios mítines ni niego haber afirmado que, si cada trabajador llevara una bomba en el bolsillo, pronto sería derribado el sistema capitalista imperante. Esa es mi opinión y mi deseo, [pero] no combato individualmente a los capitalistas; combato al sistema que produce sus privilegios. Mi más ardiente deseo es que los trabajadores sepan quiénes son sus enemigos y quiénes sus amigos. Todo lo demás merece mi desprecio. Desprecio el poder de un gobierno inocuo. Desprecio a sus policías y a sus espías.

En cuanto a mi condena, que fue alentada y decidida por la influencia capitalista, nada mas tengo que decir.

Tras un siglo, en Europa y en los mismos EE. UU., irónicamente, cuna de la clase obrera revolucionaria, todas y cada una de dichas conquistas obreras están siendo revertidas por gobiernos y demás […] sin casi, casi disparar un solo tiro, ahorcar, usar el garrote vil… De veras ¿¡creen qué lo dicho por Engel, haya dejado de existir y por ende dejar de exigir su cese!?: 
[…] ¿En qué consiste mi crimen? En que he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que mientras unos amontonen millones […], otros caen en la degradación y la miseria.  
Quisiera hacer un inciso y mencionar a:
Carlo Giuliani (14 de marzo 1978 – 20 de julio 2001) simpatizante movimiento antiglobalización y asesinado -precisamente- en la cumbre del G-8 Génova, Italia. Desde entonces, todo parece más sutil, ¡todo! Se celebran conciertos en el mundo en recuerdo y se olvidan las luchas y sangre derramada por miles de trabajadores y trabajadoras y de quienes, desde el aciago 1886, son conocidos como “Los Mártires de Chicago“.

— Loli Lopesino

Días azules, sol de infancia

Días azules, sol de infancia

Antonio Machado tenía una mirada que veía el azul rapsodia de ‘saudade’ y melancolía en la claridad de sus últimos días y apunta que al filo del final renace el mismo sol que iluminó la inocencia

Presencia de Ausencia

JORGE F. HERNÁNDEZ

Poco antes de morir, el poeta va tirando versos sobre el camino. Envejeció con cada paso que lo llevó al exilio. Va con su madre, que pregunta si llegarán a Sevilla, cuando llegan al pueblo francés de Colliure y se cose la postrera bandera de España con franja morada que ondea hoy mismo en un colegio de México y en la memoria viva de ese pueblito al filo de la frontera con Francia por donde salió una parte de España.

Se llamó Antonio Machado y se cumplen 80 años de aquel 22 de febrero. Quizá sin saberlo, su mirada veía el azul rapsodia de saudade y melancolía en la claridad de sus últimos días y apunta –para que nadie olvide—que al filo del final, renace el mismo Sol que iluminó la inocencia en infancia, la mínima sonrisa de un niño que mira de lejos un caramelo o su propio reflejo en el diminuto espejo que lleva en las manos su abuela. Miles de fantasmas cruzando el paisaje con todos los soles de sus vidas encima, en medio de la niebla y la pólvora, blanco y negro de una película que urge volver a filmar con un dron que recorra el camino de Barcelona hasta los campos alambrados que izaron en Francia como cárceles con el mar como muro. Filmar de nuevo el instante en el que se tira sobre la camita de un hotelito en Colliure el fatigado lomo de un hombre hecho libro de su propia poesía cansada y enfocar la lente del dron que sobrevuela ahora en colores el paisaje en sepia de todos los senderos por donde peregrinan las sombras anónimas de todos los exiliados, los que llegan hasta los campos de concentración y los que se enfrentan hoy mismo al muro en Tijuana o los que bogan en el mar como carcelero de su esperanza perdida.

Filmar hoy mismo la hilera de sílabas que murmuran los poetas al filo de la muerte y el susurro de una canción muda de cuna para el niño que va en brazos, la niña que llora desconsolada mientras la migra catea a su madre como sospechosa, los brazos abiertos en cruz de todos los viajeros que son revisados como presuntos pilotos del terrorismo de nuestros tiempos y la mirada vidriosa de una pupila que ya ni llorar el agua salada acumulada bajo los párpados que se parece tanto a la Tierra, planeta como canica de agua azul que flota en medio del infinito terciopelo negro cacarizo de diamantes que son estrellas, que son luz que ya sabemos que en realidad se extinguieron hace ya tanto tiempo… porque «hoy es siempre todavía».

Fuente:  https://elpais.com/internacional/2019/02/22/mexico/1550868346_152351.html?fbclid=IwAR3P4I4lfL4LUZ4X86S5UR2J1jveG1Gpyv0L-nXUuuZJZ39VIK5rtmi-3Ds 

 

 

Antonio Machado y Miguel Hernández. Poetas luchadores y mentores de conciencias nuevas

                                machado_antonio            desmontando-el-mito-de-miguel-hernandez-ni-autodidacta-ni-pobre

«Porque, no sólo «se asesinan los hombres en el Extremo Este», como cantaba el gran Rubén Darío (mucho más grande que todo cuanto se ha dicho de él), sino que también, en el «Extremo Oeste» se está ensayando con el más vil asesinato de un pueblo que registran los siglos (…) «

  1. Introducción al Tema
  2. Contexto histórico: «Guerra tras guerra»
  3. Generaciones del 98’ y del 27: «Bajo un mismo cielo revolucionario»
  4. Formadores de conciencias
  5. Conclusión
  6. Bibliografía

Monografias.com > Lengua y Literatura

Antonio Machado y Miguel Hernández. Poetas luchadores y mentores de conciencias nuevas

INTRODUCCIÓN AL TEMA

Es relevante conocer de qué modo se instaura el pensamiento esperanzado de dos poetas luchadores, Antonio Machado (1875-1939) y Miguel Hernández (1910-1942), en el campo literario y cómo la temática subyacente en sus poemas tienen plena vigencia en el mundo actual.

Este trabajo pondrá en contacto las ideologías de ambos escritores que, mediante sus poemas, gestaron la posibilidad de un mundo diferente durante la Guerra «Civil» Española (¿de qué modo una guerra puede ser «civil»?). La posición ideológica de estos poetas «marcó caminos» y «guió a otros» a través de sus letras, generando «nuevas conciencias» en la sociedad, lo cual no ha sido una empresa menor.

Pero, ¿qué tienen en común estos autores tan dispares en épocas generacionales como en estilos literarios? Pues varias cosas: su entereza, su humanidad admirable, pusieron su intelecto al servicio de la, mal denominada, «Guerra Civil» Española y compartieron el mismo destino trágico debido a sus poemas.

Tradicionalmente, las «literaturas españolas» encasillan la labor machadiana en la Generación del 98’ mientras consideran que la obra de Miguel Hernández posee características de la Generación del 36’; no obstante, surgieron ciertas controversias pues muchos autores (entre ellos, Dámaso Alonso) han comprobado mayor afinidad del escritor alicantino con la Generación del 27’. Si bien en las «literaturas españolas», estos autores se estudian generalmente por separado, me dispongo a hacer una elipsis temporal puesto que analizaré la unidad de espíritu que encuentro en ambos escritores al enarbolar la bandera de los valores humanos.

Antonio Machado y Miguel Hernández, son dos referentes obligados en la historia de la Literatura Española que estuvieron comprometidos con la historia de su país. Sus poemas perduraron por sus singulares características estilísticas, pero ideológicamente se destaca la búsqueda de un «hombre nuevo«, pues ambos escritores apuestan a un futuro mejor.

Pero ¿cuál ha sido el haz de luz que me llevó a ampliar mis lecturas sobre estos poetas?

La profesora Graciela Ballestrino, en las clases de la cátedra de «Literatura Española» expresó sobre Antonio Machado que «escribió poesías para todos» y sobre la poesía de Miguel Hernández dijo que fue un «arma de guerra» agregando que durante la Guerra Civil Española, la literatura cumplió un «rol social». Por lo tanto, pretendo rescatar este carácter «colectivo» aderezado con «raíces populares». En efecto, la obra poética con la cual trabajaré se restringe a los poemas escritos en el marco de la Guerra Civil Española e intentando esbozar algunas características particulares del pensamiento ideológico de ambos poetas, trataré específicamente el punto de vista socio-crítico.

I. CONTEXTO HISTÓRICO: «Guerra tras Guerra»

La Guerra Civil Española comenzó con una sublevación militar en Julio del año 1936, caracterizada por un gran antagonismo ideológico en el que se reflejaban las luchas de clases, y culminó en Abril del año 1939 con la instalación de un régimen ditactorial al mando del General Franco. Sin embargo, España ya venía padeciendo el dolor de tres guerras civiles anteriores, las Guerras Carlistas, desencadenadas a partir de una problemática sucesión al trono luego del reinado de Fernando VII.

Durante la Guerra Civil Española colisionaron, dos Españas que no eran precisamente las «dos Españas» de Antonio Machado, quien solía contraponer la España «del pasado» a la España «del presente», sino más bien dos modos de pensamientos políticos divididos en «bandos de izquierda» (milicianos o revolucionarios) y de derecha (fuerzas militares fascistas).

Intelectuales de todo el mundo expresaban artísticamente dolor, desgarro y admiración por la sangre española que se derramaba en cruenta lucha diaria. Muchos poetas extranjeros se solidarizaron con la causa española entre los que sobresalieron el cubano Nicolás Guillén, el chileno Pablo Neruda, y el peruano César Vallejo. La edición en España de estos poemas que apoyaban la resistencia española surgiría entre bombardeos, sangre, lucha, vida y muerte:

«(…) Bajo un diluvio de hombres extinguidos

España se defiende (…)»

El incendio, Miguel Hernández

II. GENERACIONES DEL 98’ Y DEL 27’: «Bajo un mismo cielo revolucionario»

UN EJE COMÚN: «Conflictos sociales»

Los revolucionarios poetas proponen, bajo sus perspectivas particulares, una «nueva España».

El marco histórico en el que se desencadena la literatura de la Generación del 27’, así como el contexto general de la Generación del 98’ está relacionado con la esperanza de un futuro mejor.

Para los intelectuales de la Generación del 98’ el mundo merecía cambiar esa mirada desganada y corrompida, que significó el pasado español cuyo mayor pecado fue girar alrededor del tema de la «honra», por una mirada ampliamente crítica de la sociedad sin adoptar una postura revolucionaria activa. En este sentido Antonio Machado fue la excepción pues mantuvo una postura «de izquierda» hasta su muerte.

Debido a la necesidad de esclarecer los límites que contornean la poesía de Miguel Hernández, debo explicitar que la Generación del 27’ se destaca ante todo por recuperar las «tradiciones populares españolas» (coplas, romances), tanto sus formas musicales como, así también, las poéticas; combinándolas con «recursos vanguardistas» del ultraísmo (imágenes chocantes y asociaciones absurdas) y del surrealismo (intentan expresar la irracionalidad del inconsciente). A los escritores de la Generación del 27’ les interesaba la pureza formal. No obstante, las circunstancias políticasobligaron a Miguel Hernández a tratar temas sociales y en este sentido se asemeja a los escritores de la Generación del 36’ quienes esperaban conseguir un mundo nuevo a través de la lucha, consideraban que junto al sacrificio de miles de españoles surgiría un mundo renovado, con leyes más justas; es lo que se denominó la «poesía social», correspondiente cronológicamente con el año en que se inició la Guerra Civil.

Los pensamientos de Antonio Machado y de Miguel Hernández están sintonizados por una preocupación fundamental por el hombre y un inconformismo ante el mundo que los rodea.

Hace poco, en mis conversaciones cibernéticas con un amigo español, éste me dijo:

«A los españoles, las guerras civiles nos borraron las ganas de luchar contra la monarquía, nosotros no la consideramos necesaria, sin embargo el más fuerte siempre se impone y tiene armas para callar conciencias.»

Sin embargo, no considero real que «las conciencias se silencien con armas», las verdaderas armas invencibles son las palabras, son verdaderamente invencibles aquellas palabras que perduran traspasando las barreras temporales y espaciales. Antonio Machado y Miguel Hernández son prueba de ello.

No es extraño que tanto AM como MH abrazaran «la causa revolucionaria» pues la España sublevada era de «población rural» y en este sentido no debemos olvidar que AM en sus poemas se identificaba con la naturaleza y con las historias mínimas de los habitantes de España, mientras que MH, nacido en un contorno social campesino no podía hacer otra cosa más que amar su originaria naturaleza proclamando el «amor social». Ambos escritores coincidían en mostrar la trama del «ideal humano». AM resume «el ideal humano» cuando le cede la voz a su heterónimo Juan de Mairena: «Por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre».

III. COMPROMETIDOS CON SU TIEMPO

Ambos escritores españoles se identificaron con el pueblo español bajo dos posturas diferentes y sin embargo muy comprometidas:

Antonio Machado, perteneciente a la Generación del 98’, se instaura como un caminante observador de su patria y a partir de sus detallados análisiscontrapone las dos Españas: una España «gloriosa», perteneciente al pasado; y la otra «decrépita y en ruinas», perteneciente al presente, destacando en sus descripciones poéticas la importancia no de la «gran historia española» sino más bien de la «historias mínimas del pueblo», la historia de sus habitantes.

Si AM fijó su perspectiva sobre el pueblo español, entonces, no es raro que en el momento decisivo haya apoyado, fehacientemente, la causa revolucionaria.

AM, antes de morir exiliado, al término de la Guerra Civil, en Collioure, Francia, en el año 1939, escribió Poesías de la guerra denunciando el asesinato o «crimen», en Granada, de un grande de las letras españolas, el señor Federico García Lorca:

«Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico.
sangre en la frente y plomo en las entrañas-.
…Que fue en Granada el crimen
sabed -¡pobre Granada!-, en su Granada…»

El crimen fue en Granada, Antonio Machado

La vida de AM sintetiza su lucha entre dos dimensiones, pues «en sueños, lucha con Dios» (plano metafísico, intenta lograr el ideal humano) y «despierto con el mar» (el mar aparece aquí como símbolo de la vida) y será ese mar el eje constitutivo de su obra que condensa la lucha del hombre en el plano terrenal:

«Todo hombre tiene dos

batallas que pelear:

en sueños lucha con Dios;

y despierto, con el mar.»

Proverbios y cantares, Antonio machado

Así, mientras AM vivió el dolor y la angustia por su patria desde una perspectiva descriptiva y analítica con la cual intentó develar y solucionar los «males de España», MH demostró su amor patriótico involucrándose activamente en las luchas civiles junto a su pluma-estandarte-guerrera.

Miguel Hernández, en el marco de lo que significó la guerra civil española, se levantó como el estandarte vivo del pueblo español cuyas letras fueron el mayor «altavoz» contra el fascismo. Así, encarnó la figura del poeta-soldado, pues unió el sentimiento de «vida» con el de «escribir». Su obra poética ha sido la resultante de esta conjunción conformando un compendio de poemas de lucha que amalgaman la vida, la muerteel amor y la escritura.

Durante la Guerra Civil, la cuestión propagandística fue un «recurso manipulador» utilizado frecuentemente por ambos bandos en pugna.

En septiembre del año 1936, Miguel Hernández se reclutó en el bando republicano, en el Quinto Regimiento, para aliarse «con su pluma» a los intelectuales antifascistas. La presencia de la poesía republicana durante los casi tres años que duró la Guerra Civil fue crucial y MH ejerció como poeta, locutor y periodista, obteniendo el nombramiento de Comisario Cultural.

MH, con un humanismo característico enfrenta la guerra en pos de lograr la anhelada justicia social y su corazón se derrama «de sangre en sangre» en los artículos propagandísticos que suele escribir en periódicos y revistas.

Si AM lucha en sueños con lo divino en su afán por conseguir la «entereza humana», MH también luchará con los «pies en la tierra«, muy comprometido socialmente, y con su «mirada al cielo» buscando alcanzar al ideal humano.

En este sentido, ambos poetas siguen una misma lógica inspirativa regida por oscilaciones entre las «aspiraciones ideales» y las «realidades terrenales».

Los poemas de MH lo posicionaron como arquetipo republicano, pues tenían una función clara: servir a la (entonces «posible») victoria republicana, «alentar a los milicianos» y difundir sus ideales políticos entre los campesinos de España, «exaltando el valor de la bravura, de la valentía y justificando un pueblo levantado en armas«:

«(…) No soy de un pueblo de bueyes,

que soy de un pueblo que embargan

yacimientos de leones (…)»

Vientos del pueblo me llevan, Miguel Hernández

En estos tres versos se contrapone la idea del «pueblo sumiso» con un «pueblo revolucionario» y también se construye una línea jerárquica entre estas dos relaciones metaforizadas con la imagen del «buey» y del «león», respectivamente, en la que se advierte la significancia positiva del «león» como sinónimo de «valor».

Los títulos de algunos poemas suyos, lo instauran como un miliciano en plena lucha: «Canción del esposo soldado»«El soldado y la nieve»,«Viento del Pueblo».

El romancero de mayor importancia fue el militar, pues elevaba la moral de los soldados y los instaban a continuar la lucha revolucionaria. Numerosos poetas convergieron en lo que se denominó la «Poesía de urgencia» y en el mes de Noviembre de 1936 imprimieron el primer Romancero de la guerra civil, que constaba de treinta cinco romances (la métrica española popular octosílaba). Algunos intelectuales de los que colaboraron en estos medios depropaganda, fueron: Rafael Alberti, Luis Cernuda, Vivanco, Emilio Prados, Vicente Alexaindre, y por supuesto MH, entre otros.

MH murió en plena juventud, a los 31 años, en las mazmorras franquistas las cuales «truncaron la evolución de otra promesa talentosa de las letras españolas».

IV. FORMADORES DE CONCIENCIAS

Más allá de los malogrados hechos históricos, tanto Antonio Machado como Miguel Hernández trascienden las barreras de la muerte para renacer junto a cada poema leído o cantado. Las palabras lo dicen todo y el arte demuestra, una vez más, que ni siquiera la muerte silencia los pensamientos. Así, se concreta la mística de la «vida infinita» que MH dejaba latir en sus poemas.

AM y MH recurren a formas populares, pues no descartan la idea de influir en toda la sociedad. Así, reflexionan y luchan a través de sus poemas, «removiendo conciencias» a partir de un mundo significativo.

AM, crítico incansable de su sociedad, «denuncia» y podemos observar que la poesía funciona como mediadora de la historia pues, a través de ella, el hombre «dialoga» con su tiempo. Un ejemplo de ello son las siguientes cuartetas en las cuales el yo lírico interpela al pueblo español, responsable pasivo de la decadencia española del 98’, en los siguientes versos:

___ Nuestro español bosteza

___ ¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío?

___ Doctor, ¿tendrá el estómago vacío?

___ El vacío es más bien en la cabeza.

Proverbios y cantares, Antonio machado

Los poemas remueven las conciencias y las desestabilizan, pero sin dejar de lado un tono esperanzado. En AM pueden rastrearse las huellas del pensamiento «regeneracionista» propio de la Generación del 98’, mientras que en MH adquieren mayor importancia los «espíritus por nacer», «mística naturalista» dirá Marie Chevallier, formando una infinita cadena de nacimientos que emulan «la infinidad divina» «perpetuada por la unión corporal».

En A un olmo seco de AM, los lexemas «rama enverdecida», «corazón», «luz«, «vida», «milagro» y «primavera» refuerzan el campo semántico del «nacimiento», dotándolo de caracteres positivos que aguardan un futuro mejor:

«(…) olmo, quiero anotar en mi cartera

la gracia de tu rama enverdecida.

Mi corazón espera

también, hacia la luz y hacia la vida,

otro milagro de la primavera.»

A un olmo seco, Antonio Machado

MH sintetiza en Dos canciones la idea de ciclo permanente, asemejándose al recorrido de la cinta de Moebius, como un constante transcurrir aunando las esperanzas del nuevo ser y sintetizando «la fusión amorosa sensible exaltada», asimismo el «vientre» también tiene otras acepciones, no es sólo el vientre de la mujer amada, pues a la vez simboliza la Patria del poeta en tránsito hacia el «nuevo futuro», que por supuesto, MH nunca verá concretado.

«Se puso el sol.

Pero tu temprano vientre

de nuevo se levantó

por el oriente»

Dos canciones, Miguel hernández

MH recurre al símbolo del agua para introducir la idea de «espejo interno», en el cual también se percibe la «regeneración corporal y espiritual» a la que hace referencia Manuel Alvar cuando detalla la simbología de AM, pues en el hombre reposa la voluntad de que el agua sea «clara» o «removida». Esta simbología apunta a un «hombre ideal», cuyos cimientos sólo sean el «amor», sinónimo de agua clara. Asimismo, ambos poetas dejan plasmado el mayor valor, lograr el «ideal humano»:

«En el fondo del hombre

agua removida (…)»

«En el agua más clara

quiero ver la vida (…)»

Cancionero y Romancero de ausencias, Miguel Hernández

«Virtud es fortaleza, ser bueno es ser valiente»

Proverbios y Cantares, Antonio machado

Así, aparece la proclama por un «amor social» pues el hombre se salvará mediante el amor hacia otros seres, pues la «capacidad de amar» nos hace verdaderamente libres. Mientras MH hablará de la guerra como el medio para lograr el fin universal «el amor», AM habla de una «teología del amor», de la religión del amor:

«Tristes guerras

si no es amor la empresa (…)»

Cancionero y romancero de ausencias, Miguel Hernández

Dante y yo – perdón señores–,

trocamos – perdón Lucía–,

el amor en teología.

Proverbios y cantares, Antonio machado

CONCLUSIÓN

La mirada crítica de Antonio Machado apostando al «ideal humano» y la perspectiva alentadora de Miguel Hernández en busca de una «justicia social» dejan al descubierto las atrocidades histórico-bélicas cometidas en perjuicio de los débiles pobladores de España y de otros países del mundo.

Dirá más tarde Ricardo Gullón: «(…) la guerra puso de manifiesto hasta adónde habían llegado

las aguas de la irracionalidad (…)»

Todas las guerras son inciviles. Podrán existir estas vilezas disfrazadas de guerras «civiles», más en ninguna guerra cabe «lo civilizado». Las artes, y entre ellas el rol de la literatura fue fundamental, afortunadamente pudieron ir despojando y revelando, de a poco, aquellas «pautas establecidas y normalizadas» que dañan a la humanidad.

Los pensamientos perennes de artistas memorables, como los de Antonio Machado o Miguel Hernández, víctimas de su tiempo, aún hoy pueden leerse como poemas escritos para esta realidad actual que nos toca vivir. Las guerras no cesaron pero las palabras, sinónimo de lucha silenciosa, instan a remover las conciencias de toda la humanidad.

AM y de MH anhelaron un mundo renovado y justo que está, aún, sin concretarse porque las guerras continúan y la sangre de miles de inocentes sigue derramándose en el mundo entero. El noble deseo de estos grandes escritores españoles es una asignatura pendiente para la humanidad.

BIBLIOGRAFÍA

  • ALLEMANY, Carmen (ed.) (1992). Miguel Hernández. El escritor Alicantino y la crítica. Alicante: Fundación Cultural Caja de Ahorros del Mediterráneo. Javier Herrero, «Miguel Hernández: Sangre y guerra», 71-79.
  • Antología de Poemas de Antonio Machado y de Miguel Hernández, Cátedra de Literatura Española, UNSA, 2007.
  • CALVO CARILLA, José Luis (1998). «Cuando el honor de unpaís permite hacer ciertas cosas que el mismo honor no permite decir…» (O los achaques de «la España con honra» (selección), en La cara oculta del 98. Místicos e intelectuales en la España de fin de siglo (1895-1902) . Madrid. Cátedra, 68-113.
  • CHEVALLIER, Marie (1978). «Los temas poéticos de Miguel Hernández», en V. García de la Concha, Historia y crítica de laliteratura española . Epoca contemporánea. 1914-1939, Tomo 7. Barcelona, Crítica, 703-707.
  • CHEVALLIER, Marie (1978). «Metáfora hernandiana y experiencia interior en Cancionero y romancero de ausencia y últimos poemas» en AA.VV. En torno a Miguel Hernández. Madrid: Castalia, 142-183.
  • GUILLÉN, Claudio (1980). «Campos de Castilla» en J. C. Mainer, Historia y crítica de la Literatura Española, Modernismo y ’98, Tomo 6.
  • GULLÓN, Ricardo (1980). «La invención del 98» en J. C. Mainer, op. cit. 41-44.
  • MACHADO, Antonio. La Guerra. Escritos: 1936-39. Ed. por Julio Rodríguez Puértolas y Gerardo Pérez Herrero. Madrid: Emiliano Escolar Editor, 1983, pp. 223-25.
  • MACHADO Antonio (1998). «Obras selectas». Prólogo de Manuel Alvar. Ed.Espasa Calpe. Madrid. Op. cit. 9 – 69.
  • MOLINA, Antonio. (1980). La generación del 98, Juan López Morillas, «Las consecuencias de un desastre», op. Cit.
  • RAMSDEN, Herbert (1980). «El problema de España» en J. C. Mainer, op. cit. 20-26.
  • MARCO, Joaquín (1993). «Función y ficción del poeta en la poesía de guerra de Miguel Hernández», en José Carlos Rovira (coord.), Miguel Hernández. 50 años después. Alicante: Comisión de Homenaje a Miguel Hernández, 139-146.

Autor:

Marissel Salomón

Salta, Argentina

LITERATURA ESPAÑOLA

AÑO 2007

Profesores:

Dra. Graciela Balestrino

Dra. Marcela Sosa

Diego R. Maurici

Fuente: https://www.monografias.com/trabajos57/machado-hernandez/machado-hernandez.shtml?news 

 

Las emociones razonadas

Las emociones razonadas

Luis García Montero

Las emociones nacen en un fondo de verdades y mentiras que se hacen parte de nosotros y que a través de nosotros se convierten en realidad. Lo normal es que salten donde menos se piensa y por eso merece la pena pensarlas mucho, intentar que se hermanen con nuestras razones y con nuestra razón. Las emociones separadas de la razón producen tantos monstruos como la razón distanciada de la responsabilidad ética de las emociones.

La semana pasada tuve la suerte de participar en una visita de respeto y homenaje a las tumbas de Antonio Machado y Manuel Azaña que organizó el presidente del Gobierno de España. Después de más de 40 años de Constitución democrática, era la primera vez que un presidente en ejercicio y en representación de la sociedad española viajaba a Colliure y Montauban para homenajear a dos símbolos decisivos del exilio republicano, es decir, de la legalidad española interrumpida por el golpe militar de 1936.

A lo largo de mi vida he visitado con emoción muchas tumbas de exiliados (escritores, políticos, soldados, niños…). Iba con mis sentimientos, mis colores, mis melancolías, mis sueños particulares. Pero en este viaje sentí la importancia de pasar de la primera persona del singular a la primera persona del plural. No era una melancolía personal, sino un reconocimiento oficial del presente político español lo que se acercaba a la tierra en la que descansan Azaña y Machado. Ese matiz me pareció lo mejor, lo más importante del viaje.

Por eso cobró gran valor el discurso que Pedro Sánchez pronunció en la playa de Argelès-sur-Mer, lugar convertido en campo de concentración por las autoridades francesas en 1939 para recibir a los miles de españoles que escapaban del fascismo. Al pedir perdón a los exiliados españoles y a las víctimas del golpe militar de 1936 por llegar con 40 años de retraso a Montauban, Colliure y Argelès, el presidente de Gobierno consiguió que la democracia española recuperase su puntualidad. Iba a escribir «y también su puntería», pero ni la memoria del pasado, ni la realidad del presente me permiten jugar de manera metafórica con las armas de fuego.

Las emociones, como digo, saltan de forma inesperada. Junto a las tumbas de Machado y Azaña había mucha gente. Los periodistas, los herederos del exilio, los curiosos, las autoridades locales y los visitantes formaban un pequeño tumulto. Era difícil sentir la emoción que suelen favorecer las soledades.

En medio del tumulto, tampoco me ofendieron –y la ofensa es un tipo de emoción– los gritos de algunos jóvenes independentistas catalanes que se acercaron a boicotear el acto. Resultaba curioso verlos, con una pinta de neonazis emocionados y reafirmados en su identidad, llamar fascistas a Nicolás Sánchez Albornoz, Paco Ibáñez, Ian Gibson, Rosa León y Almudena Grandes. Pero así es la historia con sus emociones y sus fundamentalismos: un joven bien alimentado por una democracia heredada puede considerarse con el derecho de llamar fascista a una persona de 93 años como Nicolás Sánchez Albornoz, detenido en los años 40 por su lucha contra la dictadura, fugitivo del campo de concentración de Cuelgamuros y exiliado durante décadas en Argentina y Estados Unidos.

En medio del tumulto, no me ofendieron los gritos desquiciados que nos llamaban fascistas en Argelès-sur-Mer. Para bien o para mal, he aprendido a elegir y meditar mis emociones, aunque a veces salten donde menos se piensa. De pronto me emocioné al ver a una anciana que, con un acento francés muy perceptible, levantaba la voz para gritar «Viva España». Aquella voz viva y desconocida me emocionó más que las tumbas admiradas. Un amigo de Toulouse me contó después que la anciana había salido al exilio en 1939 junto a su padre, un militante comunista de Almería que murió en 1940 en Argelès por culpa de una pulmonía. Uno más de los miles de españoles muertos por la dignidad de su país a causa de las heridas de guerra, las ejecuciones, el desamparo, la irracionalidad y el agotamiento. «Viva España», murmuré al pasar junto a ella, dispuesto a razonar mis emociones y a poner mis sentimientos al servicio de la igualdad y la dignidad humana, de nuevo en peligro por culpa del supremacismo y la extrema derecha populista de Europa.

Como le doy vueltas a todo, considero a veces que la facilidad con la que me emocionan los ancianos es un síntoma de que este tiempo que vivo ya no es el mío. Pero sigo dándole vueltas a las cosas y prefiero llegar a la conclusión de que cualquier tiempo es oportuno para la voluntad cívica de equilibrar las emociones y la razón democrática, o también la razón y las emociones democráticas. No podemos permitir que nada ni nadie nos hiele el corazón o nos queme la razón.

Una tensión democrática

 Una tensión democrática

Luis García Montero

Publicada el 17/03/2019

Se ha hecho muy conocida la respuesta que Albert Camus le dio en 1956 a un defensor de la independencia argelina al final de una rueda de prensa con ocasión de su premio Nobel. Cansado, envuelto en sensaciones de alegría y angustia, el escritor francés se encontró fuera de lugar discutiendo del derecho a la independencia de Argelia, la tierra donde había nacido, se había formado y había empezado a trabajar como periodista.

Sus crónicas argelinas fueron una arriesgada denuncia de las injusticias cometidas por el sistema colonial francés. Apoyó a los maltratados, se enfrentó a la justicia, convirtió su trabajo en una forma de compromiso cívico. Pero a lo largo del tiempo las cosas se fueron enredando, las causas se llenaron de barbaries, el relato de mentiras y el conflicto de complejidades. La voz que increpaba a Camus en la rueda de prensa llegaba a justificar lo injustificable, el uso de la violencia y los atentados contra objetivos civiles en una ciudad en la que vivía la madre del escritor. Entonces fue cuando respondió: si para usted eso es la justicia, entre la justicia y mi madre me quedo con mi madre.

No se trataba tanto de desautorizar la justicia, sino de cuestionar la facilidad con la que se utilizan las bellas palabras para defender lo indefendible. Y, sobre todo, se trataba de oponer una experiencia sentimental lógica contra la irracionalidad de los sentimientos. Allí donde no llegan las razones, sólo nos quedan los sentimientos razonables.

Hubo épocas en las que se hablaba con naturalidad de tensión revolucionaria porque parecía posible transformar el mundo. Y la verdad es que se cambiaron muchas cosas. Vivimos ahora tiempos de tensión democrática, es decir, de una lucha descarada entre los que quieren mantener la lógica democrática y los que intentan asaltarla, bien con las consignas desreguladoras del neoliberalismo, que lo deja todo en manos de los poderes salvajes del dinero, bien con el regreso a las tentaciones totalitarias que juegan con el miedo de las identidades a desvanecerse en el abismo de esa desregulación. Por eso es importante reconocer a nuestra madre, la madre de la democracia, los valores decisivos de una convivencia basada en la libertad, la igualdad y la fraternidad. Y una vez recordados esos valores, quedarnos con ellos contra los diversos griteríos en nombre de unas pretendidas justicias vengativas. Para seguir con Camus, para cambiar nuestro mundo, primero tenemos que procurar que no se deshaga.

Es la única manera de poner pie en la realidad. Creo que hay dos aspectos fundamentales en juego, aspectos que se enlazan entre sí en la sociedad del neoliberalismo del espectáculo. En primer lugar, es necesario comprender que el desplazamiento a territorios cercanos al viejo fascismo se hace posible cuando la fractura social desampara a las mayorías en favor de unas élites cada vez más ambiciosas. Los datos económicos del reparto actual de la riqueza están ahí y nos permiten comprender que los derechos humanos se hayan convertido en un privilegio de las clases medias acomodadas. Los barrios obreros de Río de Janeiro, Washington, París o Milán se desplazan al racismo y al fascismo porque no hay un Estado que cuide de ellos y que asuma unas normas de juego capaces de equilibrar la convivencia. Nada defiende mejor la democracia que una política fiscal justa y una legislación laboral decente.

La otra exigencia para poner los pies en la realidad es la comprensión de que cuando decimos que la política de hoy se hace en las redes sociales estamos diciendo una verdad a medias. No se trata de desconocer la capacidad manipuladora y los filtros que se han apoderado de las redes para arrebatarnos la condición cívica y convertirnos en narcisos manipulables. Se trata de comprender que la respuesta democrática no puede darse sólo en el territorio de las redes, sino en la vida de carne y hueso que produce experiencias reales. Ahí es donde se está dando la batalla que conduce a la gente a identificarse con sentimientos irracionales y antidemocráticos.

Nos engañamos al pensar que la gente vota por las noticias, las calumnias y las gracietas virtuales que se reciben a través de las redes. Estos sermones mediáticos son una lluvia que cae sobre realidades. Sólo germinan cuando encuentran una tierra preparada. Es ahí donde hay que fijar la discusión: por ejemplo, con una legislación fiscal y unas propuestas laborales de marcada voluntad democrática.

Ese es el reto para el largo plazo y para la cita en corto de las próximas elecciones. La derecha trifálica se ha equivocado abandonándose al furor de su guerra mediática de consignas machistas en busca de un puñado de votos. Por un puñado de votos soncapaces de vender a su madre. No se han dado cuenta de que, más allá de las redes y las consignas de corte totalitario, hay una importante realidad española que se ha acostumbrado a creer en la igualdad entre hombres y mujeres. Nuestra sociedad no está ahora en condiciones de admitir un machismo cavernario.

Eso nos da una oportunidad real en la tensión democrática. Llevar esas oportunidades también al mundo del trabajo es imprescindible para completar la defensa de nuestra madre.

Una multitud que ama y pide la palabra

Una multitud que ama y pide la palabra

Publicada el 10/03/2019

Las multitudes son un conjunto de soledades, escribió Baudelaire. La multiplicación de habitantes en las grandes urbes favorecía el anonimato. Además de pasear por los nuevos bulevares del París decimonónico, Baudelaire tenía domicilio en esa ciudad inagotable e íntima que es la literatura, y había leído a Poe. Su cuento El hombre de la multitud ilumina la historia de un individuo que camina a lo largo del día entre cientos de personas desconocidas sin hablar con nadie y sin tener a donde ir. No se equivocaba Pasolini al decirnos que nada es más solitario que una muchedumbreen una plaza del siglo XX.

Federico García Lorca también escribió sobre esta experiencia en Poeta en Nueva York. La vida moderna sufre el desarraigo, la pérdida de identidad, el desamparo, porque vivimos entre gente sin vínculos, vecinos que desconocen su nombre y sus vidas, ascensores o escaleras sin saludos, supermercados sin alma. Cada verso de su libro reconocía la metáfora de la multitud que orina, la multitud que vomita, la multitud que ignora el dolor de la parturienta y la agonía del niño, la multitud en paro, la multitud desquiciada.

Pero en el poema Grito hacia Roma, una maldición contra la Iglesia Católica que traiciona el amor cristiano por su ambición de poder y de represión, García Lorca vivió el deseo de una multitud sin soledades, hermanada por el amor, la justicia y la libertad.

El pasado viernes, 8 de marzo, Madrid fue una multitud sin soledades, un acto de amor, una ciudad que pudo saludarse y reconocerse, un gentío que quiso cuidar sus palabras. ¿Qué palabras? Me hice esa pregunta en la calle de Alcalá, muy cerca de la Plaza de la Cibeles, en medio de miles de cuerpos que no podían dar un paso porque todo estaba lleno de rostros, espaldas, ilusiones compartidas y palabras.

No se trataba sólo de defender la palabra igualdad. Muchas de las personas que estaban allí han exigido durante años la igualdad. No se trataba sólo de la fraternidad, la libertad y la justicia social. Se trataba de afirmar algo más preciso y sin edades en la coyuntura actual: palabras como familia, maternidad, amor y trabajo también nos pertenecen, es decir, que las grandes palabras históricas son inseparables de la vida cotidiana. No podemos dejar el vocabulario de los sentimientos en manos de las ideologías que fundan su dominio en la represión y el odio.

La vida democrática necesita unir las razones con las emociones, la tecnología con la conciencia ética del humanismo, la institución con la calle, la Historia con la Vida. Quien renuncia a cualquiera de las opciones facilita la quiebra de la convivencia.  ¿Es usted partidaria de la familia?, le preguntaba la Cibeles a la multitud, mirando de reojo a Colón. Por supuesto que sí, contestaba la multitud, y partidaria de la maternidad, y por eso soy partidaria de que el Estado asegure la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, el reparto de los cuidados, el amor sin dominios ni humillaciones, la conciliación laboral. Por eso estoy en contra de la brecha salarial.

¿Y en contra de la mercantilización de los cuerpos? ¿Lo decía la multitud? A mí me gustaría pensar que sí, porque una discusión sobre la palabra libertad también es imprescindible para unir Historia y Vida, naturaleza y justicia, emoción y razón. La libertad no puede confundirse con la potestad del cliente de consumir y comprar lo que quiera. La libertad es la construcción de un marco social en el que todas las personas puedan realizarse en condiciones de igualdad y sin verse obligadas a poner en venta su dignidad y su cuerpo por culpa de unas realidades económicas injustas.

Vivir no es sobrevivir, tener una identidad no supone cerrar las ventanas a causa del miedo, tener hijos no es un mandato de los dioses o los tribunos, sino un acto de amor. Eso dijo la inmensa multitud que habitó con sus palabras y sus cuerpos la ciudad de Madrid el 8 de marzo para celebrar el Día de la Mujer y negarse al machismo.

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España se tiñe de morado: las protestas del 8M, en imágenes

Cientos de convocatorias del movimiento feminista se extienden por toda la geografía española en apoyo a las reivindicaciones de igualdad  08/03/2019

Madrid

La marcha feminista avanza por la Gran Vía madrileña el 8M de 2019.  La marcha feminista avanza por la Gran Vía madrileña el 8M de 2019. OLMO CALVO.

Decenas de miles de mujeres –más de 350.000, según la Policía Nacional– han recorrido el centro de Madrid durante

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A la espera de que arranque de la gran manifestación por las calles de Madrid, centenares de mujeres se repartían en picnics feministas por varios puntos de la capital.

Manifestación en Gran Vía.  Manifestación estudiantil en la Gran Vía de Madrid.

En la mañana de este viernes, una multitudinaria manifestación estudiantil ha cortado el tráfico en la Gran Vía y medio millar de estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid se han manifestado frente a su rectorado.

Catalunya

Manifestación del 8M en Barcelona  Manifestación del 8M en Barcelona SÒNIA CALVÓ

La huelga feminista de este 8 de marzo también ha llenado las calles de las principales ciudades de Catalunya. En Barcelona, 200.000 personas han participado en la gran protesta de esta tarde, según la Guardia Urbana. 10.000 se han sumado a la marcha organizada en Tarragona y una cifra similar en Girona.

El viernes por la mañana, los Mossos d’Esquadra han llegado a desalojar a algunas de las mujeres que han participado en las marchas estudiantiles.

Mossos d'Esquadra desalojan a un grupo de mujeres que corta la Gran Via de Barcelona  Mossos d’Esquadra desalojan a un grupo de mujeres que han cortado la Gran Vía de Barcelona. EFE | QUIQUE GARCÍA

País Vasco

Concentración feminista en la plaza del Ayuntamiento de Bilbao el 8M de 2019.  Concentración feminista en la plaza del Ayuntamiento de Bilbao.

Miles de mujeres de todas las edades han recorrido y colapsado las calles del centro de Bilbao con pancartas, pitidos y al grito de «gora borroka feminista», (arriba la lucha feminista).

Vitoria.  Concentración feminista en la plaza de la Virgen Blanca en Vitoria.

En Vitoria, otra concentración feminista ha abarrotado la plaza de España y la anexa plaza de la Virgen Blanca. La afluencia de personas jóvenes ha sido muy notoria.

Andalucía

Concentración feminista en Sevilla.  Concentración feminista en la plaza de la Encarnación de Sevilla.

En una de las varias concentraciones feministas que han tenido lugar en Sevilla, un millar de jóvenes se han concentrado en la plaza de la Encarnación al grito de «obreras y estudiantes, unidas adelante» o «sola, borracha, quiero llegar a casa».

Foto de CCOO Córdoba.  Concentración feminista en Córdoba. CCOO CÓRDOBA

Unas 1.500 personas, según la Policía Local, se han concentrado este viernes en la calle del Ayuntamiento de Córdoba para mostrar la reivindicación en defensa de los derechos de la mujer y la igualdad real.

Comunitat Valenciana

Grupos feministas en el campus de Blasco Ibáñez de la Universitat de València.  Grupos feministas en el campus de Blasco Ibáñez de la Universitat de València.

En el campus de Blasco Ibáñez de la Universitat de València, grupos de mujeres han recorrido la avenida coreando consignas como «fuera machistas de la Universidad» o «las feministas con las asociadas».

Sentada feminista en Valencia.  Sentada feminista en Valencia.

Aragón

Manifestación feminista en la plaza del Pilar en Zaragoza.  Manifestación feminista en la plaza del Pilar en Zaragoza.

Concentración en la plaza del Pilar de Zaragoza, donde se han reunido una manifestación estudiantil con la representación de «Reventando el cuento» (El cuento de la criada). Una manifestación estudiantil ha llenado este viernes la plaza del Pilar en Zaragoza.

Galicia

Treboada feminista en Santiago de Compostela  Manifestación feminista en Santiago de Compostela.

«Treboada feminista» (tormenta feminista) en Santiago de Compostela. Cientos de mujeres reiterando consignas como «por todas las mujeres, por todos los derechos, huelga feminista» han recorrido la ciudad y llamado a la participación en la huelga de este 8M.

8M plaza mayor de Ourense  Imagen de la manifestación feminista en la ‘praza Maior’ de Ourense.

Castilla y León

Plaza de los Botines, León.  Fotografía de la Plaza de los Botines en León.

Cientos de personas han participado en las concentraciones que los sindicatos UGT y CCOO han convocado durante la mañana en todas las capitales de provincia de Castilla y León.

Concentración convocada por UGT y CCOO a las puertas del Ayuntamiento de Valladolid este 8M  Concentración feminista en el Ayuntamiento de Valladolid. EUROPA PRESS

Castilla-La Mancha

Concentración en Toledo en apoyo a la movilización y huelga feminista.  Concentración en Toledo en apoyo a la movilización y huelga feminista. EUROPA PRESS

También miles de personas han salido a la calle en ciudades manchegas como Ciudad Real y Toledo para exigir igualdad, contra la discriminación, contra las brechas de género y contra las violencias machistas.

Manifestación Feminista en Ciudad Real   Manifestación Feminista en Ciudad Real PLATAFORMA PROVINCIAL FEMINISTA DE CIUDAD REAL

Navarra

Miles de mujeres se concentran en Pamplona en apoyo a la movilización feminista  Miles de mujeres se concentran en Pamplona en apoyo a la movilización feminista.

Cientos de personas, la mayoría mujeres, se han concentrado este viernes en la plaza del Castillo de Pamplona en apoyo a las reivindicaciones feministas con motivo del Día Internacional de la Mujer. Las movilizaciones se han multiplicado en diferentes localidades de la Comunidad foral.

Cantabria

Manifestación feminista del 8M 2019 en Santander.   Manifestación feminista del 8M 2019 en Santander.

Mujeres de todas las edades avanzan tras una pancarta con el lema «Sin nosotras se para el mundo» y entonando consignas como «justicia de mierda la estáis juzgando a ella», «denuncia archivada, mujer asesinada» o «ni una menos, vivas nos queremos» por las calles de Santander.

Manifestación feminista del 8M 2019 en Santander.  Manifestación feminista del 8M 2019 en Santander.

Murcia

Murcia.  Manifestación feminista junto a la PAH en Murcia

El movimiento feminista ha recorrido el centro de la ciudad de Murcia junto a los miembros de la PAH en las inmediaciones de distintas sucursales bancarias.

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Lecciones del feminismo

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Lecciones del feminismo

Luis García Montero

Publicada 12/03/2017.

El feminismo, ya se sabe, es un compromiso colectivo. Si la justicia social fija su primera aspiración en el valor de la igualdad, resulta lógico que la lucha contra las desigualdades sociales entre hombres y mujeres sea un capítulo central en la vinculación cívica. En las celebraciones del Día de la Mujer, he visto a ministras, empresarias y políticas de la derecha hacer denuncias contra el machismo y apoyar medidas en favor de la igualdad. Me parece bien, cualquier apoyo a una causa justa merece respeto, aunque conviene no engañarse, porque hay muchas prácticas ideológicas y económicas que son incompatibles con la igualdad.

Por eso el feminismo, desde hace muchos años, no sólo ha sido una lucha justa, sino una escuela de libertad y emancipación a la hora de meditar sobre otros compromisos. Lo primero que debe tenerse en cuenta es que el feminismo supone quizá la única de las grandes causas del pensamiento de izquierdas que no ha acabado en catástrofe. La fraternidad de la Revolución Francesa acabó en la guillotina, el sueño comunista en las ejecuciones de Stalin y la socialdemocracia en la complicidad más turbia con los intereses de un capitalismo devorador. Al feminismo le quedan muchas conquistas pendientes, pero sus logros reales no se han visto obligados a convivir con ningún tipo de infamia. Eso vale mucho para las personas que quieren conservar al mismo tiempo sus ilusiones y su conciencia.

Como hombre, me gusta plantearme no sólo qué puedo yo aportar al feminismo, sino lo que el feminismo me ha aportado a mí en mi trabajo (la escritura) y en mis reflexiones políticas. La complicidad con el pensamiento feminista ha sido decisiva en asuntos que tienen que ver con la intimidad, el valor de los cuidados y las responsabilidades del poder.

Empecé a escribir y publicar al final de los años 70. Bajo el magisterio de la poesía de Antonio Machado y la cátedra de Juan Carlos Rodríguez, me acerqué a la poesía como un empeño de búsqueda de otra sentimentalidad, un deseo de llevar la democracia más allá de los ritos electorales. Los sentimientos son tan históricos como las Constituciones o los derechos laborales. No hay sueños públicos que puedan sostenerse en una plaza sin un proceso paralelo de emancipación de la identidad. No hay hallazgo formal que sea profundo sin una quiebra en la intimidad de las palabras. Ese es para mí el reto de la poesía: hacerme dueño de lo que digo cuando digo soy hombre, soy mujer, te quiero… En la conciencia histórica de la intimidad, en el deseo de llevar el compromiso cívico a lo que ocurre en una sala de estar o en una alcoba, el pensamiento feminista ha aportado una gran parte de las ideas más serias.

Ocurre lo mismo con los cuidados. Aunque debieran ser un asunto de todos, la desigualdad laboral y la feminización de la pobreza han convertido el tema de los cuidados en un capítulo importante de las reflexiones sobre el papel de la mujer. La escritura de la otra sentimentalidad me llevó con los años a concebir la poesía como una labor hospitalaria en la que los versos debían calcular de forma clara el lugar del otro, la presencia del lector o lectora que habita las palabras para que sea posible la emoción poética. El autor hace posible que exista el poema, pero la lectura es necesaria para que exista la poesía.

Escribir es cuidar las palabras, reconocer la presencia del otro, cultivar las condiciones para que un mundo sea habitable. Si las transformaciones sociales deben abrir la puerta de las alcobas, el amor de los cuidados debería salir de los domicilios familiares a las plazas públicas. Politizar la intimidad legitima los amparos, las obligaciones y los derechos de la ciudadanía. En 1998, publiqué una poética titulada Resumen, en la que sentí la necesidad de mezclarlo todo: No existe libertad que no conozca, / ni humillación o miedo / a los que no me haya doblegado. / Por eso sé de amor, / por eso no medito el cuerpo que te doy, / por eso cuido tanto las cosas que te digo.

En cuanto a las reflexiones sobre la responsabilidad del poder, el pensamiento feminista ha teorizado de diversos modos que la sociedad que mide con el mismo rasero a los desiguales genera más desigualdad. Ser conscientes de la desigualdad es imprescindible a la hora de equilibrar con medidas efectivas las injusticias. La misma lógica que me lleva a defender la discriminación positiva en muchos ámbitos sociales, me lleva a pensar que en una disputa siempre es más responsable el más poderoso. No estoy nada de acuerdo, por ejemplo, con la deriva que ha tomado en Cataluña el gobierno de la Generalitat, pero creo que tiene más responsabilidad el gobierno de España en todo lo que nos está ocurriendo.

La última lección del feminismo que quiero considerar aquí es la autovigilancia. Mis compañeras me han enseñado no sólo que el protagonismo de la lucha feminista corresponde a las mujeres, sino que es bueno autovigilarse para que a unos y a otras no nos salgan ramalazos inadvertidos del machismo que respiramos. En esta sociedad de las redes y la telebasura, mientras corremos el riesgo de que las nuevas zonas de libertad se conviertan en vertederos de los bajos instintos y la ausencia de pensamiento, cada vez que escribo agradezco mucho la autovigilancia. Lo que empezó siendo una disciplina para expulsar el machismo de una sentimentalidad Otra, ha acabado en un compromiso conmigo mismo que me resulta clave cuando opino de cualquier cosa, negándome al nefasto acomodo en las banderías.

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Publiqué en facebook este artículo hace dos años y me encontré releyéndolo, con el presente; recordé desde otro plano el momento actual; desde el 8M de 2018 ya nada es igual, eso es una verdad irrefutable, aquellos muchos a los que todavía no les cae el 20 y creen que en unos días más todo volverá a ser como antes del 8M se equivocan. Como dijo el Poeta Antonio Machado: “la verdad así es, y continúa siendo verdad aunque se piense al revés”. Declararse feminista es un compromiso colectivo e individual, con nosotros mismos. Conocer y aprender de las lecciones históricas del feminismo desde sus orígenes y sobre todo de las que vamos viendo que nos dejó el 8M histórico de este 2018 resulta indispensable. ¡Hasta la victoria siempre! 

Estoy seguro amables lectores, amigas y amigos que además de que les va a gustar mucho la lectura del artículo los va a hacer algunas reflexiones, que lo disfruten buenas noches, abrazote!

Jesús Torres Navarro.

LA HISTORIA: ¿Qué pasó el 8 de marzo de 1857?

Pueden ver la publicación completa con videos notas e imágenes a través de: LA HISTORIA: ¿Qué pasó el 8 de marzo de 1857?

LA HISTORIA

Día Internacional de la Mujer: ¿Qué pasó el 8 de marzo de 1857?

El incendio de una fábrica de camisas de Nueva York, en que murieron 146 personas, marcó la lucha por los derechos de la mujer.

La explicación más verosímil se enmarca en plena revolución industrial: el 8 de marzo de 1857, un grupo de trabajadoras textiles decidió salir a las calles de Nueva York para protestar por las míseras condiciones laborales. Sería una de las primeras manifestaciones para luchar por sus derechos. Distintos movimientos y sucesos se sucedieron a partir de ese episodio, que sirvió de referencia para fijar la fecha del Día Internacional de la Mujer en el 8 de marzo. Este año, Google se ha sumado a la celebración con un ‘doodle’.

El capítulo más cruento de la lucha por los derechos de la mujer se produjo, sin embargo, el 25 de marzo de 1911, cuando se incendió la fábrica de camisas Shirtwaist de Nueva York. Un total de 123 mujeres y 23 hombres murieron. La mayoría eran jóvenes inmigrantes que tenían entre 14 y 23 años.

Fue el desastre industrial más mortífero de la historia de la ciudad y suposo la introducción de nuevas normas de seguridad y salud laboral en EEUU.  Según el informe de los bomberos, una colilla mal apagada tirada en un cubo de restos de tela que no se había vaciado en dos meses fue el origen del incendio. Los trabajadores no pudieron escapar porque los responsables de la fábrica habían cerrado todas las puertas de escaleras y de las salidas, una práctica habitual entonces para evitar robos. 

Precedentes del Día Internacional de la Mujer

Antes de esta fecha, en EEUU, el 28 de febrero de 1909 Nueva York y Chicago ya habían acogido un acto que bautizaron con el nombre de ‘Día de la Mujer’, organizado por destacadas mujeres socialistas como Corinne Brown y Gertrude Breslau-Hunt.

En Europa, fue en 1910 cuando durante la 2ª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague con la asistencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, se decidió proclamar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. 

Detrás de esta iniciativa estaban defensoras de los derechos de las mujeres como Clara Zetkin o Rosa Luxemburgo. No fijaron una fecha concreta, pero sí el mes: marzo…

«El callejón de los cuchillos» | 25 poemas contra la violencia de género

a través de «El callejón de los cuchillos» | 25 poemas contra la violencia de género

«El callejón de los cuchillos»

25 poemas contra la violencia de género

Hagamos que sus gritos suenen. 

Miyó Vestrini
(Nimes, Francia, 1938–Caracas, Venezuela, 1991)

Muy poco y muy gris el tiempo que te queda

Soy frágil
para los amados.

Algún asesino más poderoso
más fuerte
me interceptó cuando cruzaba
el callejón de los cuchillos
y me atajó.

Silencio mujer
dijo
de nada valdrá tu queja
en este momento
ni en los otros.

Muy poco
y muy gris
el tiempo que te queda
en esta madrugada de perros realengos
y borrachos asustados.

Déjame un instante
dije,
medir la luz que todos los días
me recibe y me abandona.

Déjame llorar un rato a solas.
Pero sólo había frío
en el callejón de los cuchillos.

De Pocas virtudes (1986)…

¿En qué nos quieren convertir?

Luis García Montero

Luis García Montero 

Publicada el 07/10/2018

¿En qué nos quieren convertir?

Buena parte de la poesía contemporánea fundó sus cimientos en el respeto a la sabiduría del pueblo. El amor popular que llevaron a la literatura poetas como García Lorca y Alberti tenía antecedentes claros en su maestro Antonio Machado. Descendiente de Demófilo, muchas veces acudió en su prosa y su verso a las complicidades de lo popular. Los años vividos en una Restauración fundada en el descrédito de las instituciones políticas exigían buscar en los sedimentos de la vida real un consuelo ante las mentiras oficiales.

Las intervenciones de Juan de Mairena ante los alumnos no dudaban al elevar el tono en este sentido: «Es muy posible que, entre nosotros, el saber universitario no pueda competir con el folklore, con el saber popular. El pueblo sabe más, y sobre todo, mejor que nosotros. El hombre que sabe hacer algo de un modo perfecto -un zapato, un sombrero, una guitarra, un ladrillo- no es nunca un trabajador inconsciente, que ajusta su labor a viejas fórmulas y recetas, sino un artista que pone toda su alma en cada momento de su trabajo».

Ya en los años de la Guerra Civil, en la revista la Hora de España, Machado publicó una carta a David Vigodsky en la que volvía a declarar su amor al pueblo: «En España lo mejor es el pueblo. Por eso la heroica y abnegada defensa de Madrid, que ha asombrado al mundo, a mí me conmueve, pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos –nuestros barinas– invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva. En España, no hay modo de ser persona bien nacida sin amar al pueblo. La demofilia es entre nosotros un deber elementalísimo de gratitud».

De don Antonio podemos heredar con honestidad su sospecha ante las banderitas sonoras, la brújula que lo llevó a ponerse del lado de los más débiles en cualquier conflicto y el respeto al trabajo bien hecho. La vocación profesional fue un ámbito imprescindible para la formación de una conciencia cívica comprometida con la sociedad. Lo que no sé es si hoy estamos legitimados para confiar en lo popular como sedimento y refugio ante la crispación, las mentiras, la demagogia y la falta de escrúpulos de algunos líderes capaces de vender a su madre por un puñado de votos en el espectáculo ruidoso de la política. La tristeza es que esos líderes tienen rebaños.

El poder ha conseguido que el rencor de sus víctimas se ponga a su servicio.

El cultivo de la telebasura y los mundos virtuales han sustituido el sedimento vital de la experiencia que se condensaba en el folklore. Los códigos del consumo han devorado la decencia solidaria de los pobres, de la gente explotada por la injusticia. Ahora fluye una dinámica de clientes insatisfechos en sus demandas. Y, además, las degradaciones laborales, el deterioro de la dignidad del trabajo en favor de los empleos baratos, impiden esa aspiración al bien hacer y a la sabiduría artesanal de la que hablaba Machado.

¿En qué nos están convirtiendo? Cuando las cloacas potencian la crispación y la suciedad, se genera en las redes sociales y en las conversaciones una complacencia mezquina con el insulto, la calumnia y la falta de respeto. Parece que las audiencias aumentan cuando en una tertulia política toman la palabra determinados personajes que no conocen la decencia profesional y se dedican a colaborar con mafiosos y empresarios sin escrúpulos. No se trata de que sean periodistas de izquierdas, de derechas o de centro: son personas sin decencia que manchan las cabeceras periodísticas. Los directores que aceptan a estos indecentes se comportan también de manera indecente.

¿Soluciones? Creo que no están en el marco gubernamental, sino en el tejido cívico. El poder corruptor de la mentira no puede combatirse con la falta de libertad. La represión es capaz de dejar sin palabra a un sinvergüenza, pero a costa de abrir otros espacios a la mentira y la injusticia con el sacrificio de la conciencia crítica. Por eso no veo otra salida que la exigencia de la propia responsabilidad profesional de los periodistas. Que su oficio no se convierta en un vertedero es un reto imprescindible para la democracia, es decir, para una sociedad en la que la convivencia dependa de la verdad y de la libertad.

Ahora que nos están convirtiendo a todos en cloaca, quizá sea ingenuo llamar a la decencia profesional. Pero que tengamos a la realidad en contra no es un argumento definitivo para olvidarnos de nosotros mismos.

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Sobre la vida y las tumbas

Luis García Montero

Comparto este excelente artículo esperando que, como a mi, a ustedes también los lleve a la reflexión; ni perdón ni olvido para los culpables de crímenes del pasado mucho menos honores para ellos ¡basta ya de infamias! es el momento de rescatar la verdad exigen en España…no solo me uno indignado a su causa sino que propongo a mis hermanos mexicanos que hagamos causa común con ellos y exijamos también que aquí se rescate la memoria histórica, es necesario reescribir la historia de México; nuestros verdaderos héroes son las victimas y sus deudos de los gobiernos represores de los últimos casi 100 años ¡honor y reconocimiento para ellos y deshonra y castigo para los culpables!

Jesús Torres Navarro.

Sobre la vida y las tumbas

     Publicada el 26/08/2018.

Luis García Montero

Hay un poema de Ángel González, titulado «Camposanto en Colliure», en el que se cuenta una visita a la tumba de Antonio Machado. Era plena posguerra, pero ya había síntomas del desarrollismo desequilibrado de los años sesenta. El turismo, las primeras industrias fijadas en el norte y los inmigrantes que salían a Europa desde las zonas más pobres de España empezaban a mover dinero y a rescatar a la nación de la extrema pobreza. «Pasan trenes, nocturnos, subrepticios, / rebosante de humana mercancía», escribió Ángel.

A nosotros no nos resultará difícil comparar la humana mercancía de los emigrantes españoles de los años 60 con algunas declaraciones políticas que acaban de identificar los barcos repletos de personas como cargamentos de carne humana. Pero a Ángel González aquel movimiento de fronteras le recordaba entonces el final de la guerra: una multitudinaria emigración política que salía de su país para evitar la muerte. Ante la tumba de Machado, escribió: «Se paga con la muerte / o con la vida, / pero se paga siempre una derrota«.

Bien sabía el poeta asturiano que la vida puede ser una condena. La ejecución de su hermano mayor en la Guerra Civil fue una desgracia mortal, pero seguir con vida supuso también una condena para él, su madre y sus hermanos.

La figura del caudillo Francisco Franco supone un caso muy llamativo en el siglo XX. Lo peor, como explicó la filósofa María Zambrano, no fue que pusiese en marcha un golpe de Estado contra la democracia española, sino que después de fracasar no dudase en vender su país a Hitler y Mussolini, a la Alemania nazi y la Italia fascista, para desatar una guerra y conseguir el poder a cambio de convertir a España y a sus habitantes en un campo de pruebas del exterminio bélico.

Esa crueldad traicionera se convirtió en guía de vida cuando mantuvo la furia represiva durante los años largos de su dictadura. España dejó de ser un país normal cuando se mantuvo el franquismo después de la Segunda Guerra Mundial. Que una figura histórica como Franco no esté enterrada en una tumba familiar, sino en un lugar de Estado, es una de las mayores infamias que ha tenido que soportar por unas razones o por otras la democracia española.

Cuando oigo a alguien defender a Franco o poner problemas para la exhumación de sus restos, me acuerdo de una travesura de Juan de Mairena, autor de la tragedia Padre y verdugo dedicada con simpatía a Jack el destripador. «Qué padre tan cariñoso pierde el mundo. Esto exclama Jack, momentos antes de ser ahorcado». El drama trágico fue abucheado porque el público no estaba en condiciones de comprender la intención de Mairena. Confieso que yo tampoco alcanzo a comprender a nadie, de ningún partido democrático, ni de la derecha ni de la izquierda, que pueda oponerse a que los huesos de un dictador tan cruel pasen a la memoria íntima de su familia y dejen de ocupar un espacio de Estado, después de 80 años de su victoria y de 43 años de su muerte.

En el poema «El Dios íbero», Antonio Machado escribió: «ni el pasado ha muerto, / ni está el mañana –ni el ayer– escrito». Eso de confundir el cierre de las heridas con el olvido es una de las mayores sinrazones que pueden arrojarse sobre la vida pública y los sentimientos privados. La sacralización y la impunidad de la injusticia es tan corrosiva como el negarse a vivir el duelo de nuestros muertos hasta alcanzar una convivencia en la serenidad de la memoria. El futuro de una democracia, los caminos que hace al andar, depende de la manera que tenga de entender su pasado.

Francisco Ayala escribió al final de la Guerra Civil un «Diálogo de los muertos». Recuerda mucho al discurso de Azaña «Paz, piedad, perdón». Después de la contienda, todas las víctimas se ponen a hablar bajo tierra y meditan sobre los motivos de aquella violencia. Pero ese diálogo era imposible mientras las víctimas fuesen confundidas con los verdugos. La tumba de Luis Cernuda está en México, testimonio de su exilio y de su desprecio por los vencedores. La tumba de María Lejárraga está en Buenos Aires, testimonio de las injusticias del olvido. La tumba de Pedro Salinas contempla el mar de Puerto Rico. La tumba de García Lorca es un extenso campo de exterminio en el que se ejecutaron entre Víznar y Alfacar a más de 2.500 granadinos.

Cada vez que he ido a visitar todas estas tumbas, igual que ante la tumba de Machado, he sentido vergüenza de que Francisco Franco estuviese enterrado en el Valle de los Caídos. Escribo este artículo para decirle a mis muertos que parece que las cosas se van a arreglar, que esta vez sí, que su casa, su verdadera casa, estará en poco tiempo sosegada.

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